Vergüenza ajena y rubor. La ley es injusta e ineficaz. La justicia no existe. Pero ellas son, desde luego, responsables. Repulsa total y tolerancia cero a esas mujeres y a todas las que utilicen para su beneficio las denuncias falsas pasando por encima del interés de sus propios hijos.
Todo el mundo conoce ya a alguien que ha sufrido abusos por culpa de la actual LIVG. La sociedad va despertando poco a poco y espero que repudie a las mujeres que se aprovechan de la discriminación positiva en su propio aunque equivocado beneficio pasando por encima del interés superior de sus propios hijos.