Oigan ustedes (y esto va por las opiniones de gente como #12...) ESTOY HASTA LA POLLA. Así, como suena, de esos argumentos simplistas y generalistas. De esos argumentos que recuerdan a los comunistas libertarios como yo diciendo "es que el verdadero comunismo...". Oigan, que ya, que ya sabemos que le verdadero y buen liberalismo y mercado es otra cosa, pero que lo que hay es esto. Y esto está tomando un camino jodidamente demencial. Y, o nos hacemos conscientes y responsables en el mejor de los sentidos, o se va todo a la mierda.
El menda lerenda se marchó de casa de sus papis en el año 2001, de alquiler siempre. Soportando constantemente esa enorme idiotez española de que "alquilar es tirar el dinero". Pero no hacía falta ser ningún genio, leer demasiado ni estar informado en exceso por aquel entonces para empezar a darse cuenta de que construíamos mucho más de lo necesario y que comprar era absurdo. Sólo hacían falta un maldito par de ojos. ¡En España se venía haciendo eso como motor de crecimiento desde finales de los setenta! Así que nunca compré un coche, ni una casa: no quise endeudarme de ningún modo que me comprometiese lo más mínimo. En 2003 ya estaba avisando a voces a todos mis conocidos de que el ladrillo estaba sobrevalorado hasta lo indecible. Todos me decían agorero, me ponían malas caras, me llamaban listillo -o cosas peores-... he llegado a tener auténticas broncas con amigos del alama por recomendarles, rogarles incluso, que no se hipotecasen. Porque por entonces, recordemos, con la hipoteca te daban en el banco hasta para irte de crucero. A esa gente la tengo que ver hoy en paro y en la calle con una deuda a-c-o-j-o-n-a-n-te por no poder pagar al banco. Entre 2004 y 2005 el problema de la corrupción y el urbanismo ya era una obviedad absoluta y me puse a gritarlo por internet. Yo prosperé en mi trabajo y ahorré, pero no me cansaba de decir a la gente que todo se iría al traste tarde o temprano, recibiendo siempre la misma… » ver todo el comentario
El menda lerenda se marchó de casa de sus papis en el año 2001, de alquiler siempre. Soportando constantemente esa enorme idiotez española de que "alquilar es tirar el dinero". Pero no hacía falta ser ningún genio, leer demasiado ni estar informado en exceso por aquel entonces para empezar a darse cuenta de que construíamos mucho más de lo necesario y que comprar era absurdo. Sólo hacían falta un maldito par de ojos. ¡En España se venía haciendo eso como motor de crecimiento desde finales de los setenta! Así que nunca compré un coche, ni una casa: no quise endeudarme de ningún modo que me comprometiese lo más mínimo. En 2003 ya estaba avisando a voces a todos mis conocidos de que el ladrillo estaba sobrevalorado hasta lo indecible. Todos me decían agorero, me ponían malas caras, me llamaban listillo -o cosas peores-... he llegado a tener auténticas broncas con amigos del alama por recomendarles, rogarles incluso, que no se hipotecasen. Porque por entonces, recordemos, con la hipoteca te daban en el banco hasta para irte de crucero. A esa gente la tengo que ver hoy en paro y en la calle con una deuda a-c-o-j-o-n-a-n-te por no poder pagar al banco. Entre 2004 y 2005 el problema de la corrupción y el urbanismo ya era una obviedad absoluta y me puse a gritarlo por internet. Yo prosperé en mi trabajo y ahorré, pero no me cansaba de decir a la gente que todo se iría al traste tarde o temprano, recibiendo siempre la misma… » ver todo el comentario