Nadie habla de qué escriben o de si es de calidad o no. Parece que lo único que importa es el más o menos acertado pseudónimo, que por lo visto, está muy feo que un hombre elija un pseudónimo de mujer. Imagino que quien ha puesto el grito en el cielo verá muy bonito que una mujer escoja uno de hombre. Pero al revés no, eso sí que no. Será que soy de entendederas cortas pero últimamente veo tanta intolerancia y fanatismo en el feminismo como en el machismo.
En unos cientos de años -antes de que es desgracia supuestamente ocurra- seguro que han pensado en una mejor solución para este problema. Eso si el propio ser humano no se ha cargado ya la vida humana en el planeta.