Por lo avanzado de mi edad -a punto de alcanzar los 81 años-, mi pobre barquichuela corporal, hace agua por los cuatro costados, en ése proceloso mar que es el de los achaques. Ello me ha dado ocasión de constatar el progresivo deterioro dela que fué modélica sanidad pública española, admirada por propios y extraños. Desgraciadamente, después del fiasco de la especulación inmobiliaria, no escarmentamos y se va viendo inminente el del "sanitariazo". La avaricia codiciosa por el beneficio sin límite harán que cuan to más ganen ellos, más perderemos nosotros. Un saludo cariñoso a todos y perdonad la tosquedad de mi dibujo escatológico.