Efectivamente, #2 y #3. De hecho, en Alemania Auschwitz no es un complejo hotelero, sino un museo: un museo que deja bien a las claras el horror de lo que allí pasó y el expreso deseo de no olvidarlo nunca para no repetirlo nunca. Y eso es exactamente lo que tendríamos que haber hecho aquí con los monumentos de la dictadura.