Dos días antes, los medios avisaban de la inminente nevada y de los problemas que acarrearía en la carretera. Es más, ayer a las 7 de la tarde ya se sabía que había tramos cortados y aún así, la gente se metía de cabeza a la carretera. Y, por lo que se ve, sin la mínima precaución de comida, agua y combustible. Y luego se echan las manos a la cabeza y que si la culpa de sus desgracias es de los demás.