Lo sorprendente es que los demandados no lo hayan sido antes.
Me malicio que habrán estado verificando cada punto, cada coma, cada clausula, cada supuesto, cada resquicio legal de cada uno de los contratos de compra-venta (más bien latrocinio masivo) para presentar una denuncia nominativa de los responsables, para asegurarse de que el procedimiento, salvo fallecimiento repentino de los sucesivos jueces por los que pasará el caso, llegará a buen término. Al menos legal.
No, no soy ingenuo. Ya sabemos en qué va acabar esto.
D.ª Botella y secuaces estarán reposando "cristianamente" en el campo santo antes de que la sentencia sea firma e irrevocable.
Si tuviéramos más denuncias de este tipo, directamente a las personas que, a sabiendas, toman decisiones nefastas para los intereses económicos de sus "supuestos" representados, no tendríamos la mayor concentración de ladrones, sinvergüenzas, apandadores, canallas, malvados y delincuentes que ha tenido la historia reciente de este país.
Mientras tanto, agitemos como posesos trapos a franjas coloreadas y chillemos al unísono: ¡Que no se rompa España!
Lo sorprendente es que los demandados no lo hayan sido antes.
Me malicio que habrán estado verificando cada punto, cada coma, cada clausula, cada supuesto, cada resquicio legal de cada uno de los contratos de compra-venta (más bien latrocinio masivo) para presentar una denuncia nominativa de los responsables, para asegurarse de que el procedimiento, salvo fallecimiento repentino de los sucesivos jueces por los que pasará el caso, llegará a buen término. Al menos legal.
No, no soy ingenuo. Ya sabemos en qué va acabar esto.
D.ª Botella y secuaces estarán reposando "cristianamente" en el campo santo antes de que la sentencia sea firma e irrevocable.
Si tuviéramos más denuncias de este tipo, directamente a las personas que, a sabiendas, toman decisiones nefastas para los intereses económicos de sus "supuestos" representados, no tendríamos la mayor concentración de ladrones, sinvergüenzas, apandadores, canallas, malvados y delincuentes que ha tenido la historia reciente de este país.
Mientras tanto, agitemos como posesos trapos a franjas coloreadas y chillemos al unísono: ¡Que no se rompa España!