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Tranip

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La despedida del padre que se tatuó una cicatriz como la de su hijo en la cabeza [97]

  1. Hola. He copiado un comentario que escribí hace unos años (creo que no escribía uno desde ese...) por un caso de cáncer. Ahora este caso me recuerda lo que los padres sufrimos cuando vemos que la vida de uno de tus hijos se te escurre entre los dedos y no puedes hacer nada para evitarlo. Y es importante explicar que nunca demos nada por perdido y que somos más fuertes, siempre, de lo que aparentamos.

    "Creo que es el primer comentario que escribo en Méneame aunque lo sigo desde hace años.
    Felicitarte por tu recuperación y por tu idea de alumbrar las oscuridades de este tema.
    Diagnosticaron a mi hija, a los diez años, una Leucemia Linfoblástica Aguda con traslocación positiva del cromosoma Filadelfia. Es una variante muy poco usual y de muy mal pronóstico. No servía la quimioterapia habitual y no encontramos ningún donante compatible entre los familiares más cercanos pero, cuando más negro estaba todo y a través de la red de donantes de médula ósea, encontraron un donante en EEUU.
    El proceso fue muy duro: radioterapia y quimioterapia para inutilizar todo el sistema inmunológico, el agresivo tratamiento con los inhibidores de tironsincinasa, el aislamiento en cámaras, los cambios físicos, la separación de la familia y amigos, el aislamiento, la recuperación, los controles, las recaídas... No se sabe cuanto cuesta ver la luz al final del tunel.
    Sí no se vive no se sabe lo que se pasa y la gran suerte es la calidad de la sanidad pública, los conocimientos, aptitudes y compromiso de los doctores, los psicólogos, el equipo docente que trabaja para que no pierdan el curso de sus estudios, la abnegación de los auxiliares de enfermería y los enfermeros... Trabajar, día tras día, en un pasillo repleto de habitaciones con uno o dos dramas que pueden acabar en muerte no lo puede hacer cualquiera.
    En mi familia sabemos lo que has pasado y es importante que lo desees explicar y compartir.

    Mi hija tiene, ahora, dieciocho años y hace una vida prácticamente normal."

Dos parejas de gemelos intercambiados han tardado 25 años en descubrirlo [3]

  1. A estas cosas me refería. No creo en lo sobrenatural pero entre vosotros creo que debe haber una conexión especial...
    Gracias por contestar.
  1. No es la primera noticia de este tipo que leo y, siempre, me pregunto si alguno, o los dos, hermanos separados perciben en algún lugar de su mente que les falta algo o que hay un vacío inexplicable ya que, entre gemelos, siempre se habla de una conexión especial.

Video de la matanza de ayer de 150 calderones en las islas Feroe, por Sea Shepherd [39]

  1. #11 No por ser repetitivo dejaremos de horrorizarnos ante un espectáculo así; sea en las Feroe, en la Plaza delas Ventas o en Japón. ¿Es mejor quedarnos impasibles e insensibles?

Hola, me sometí a un trasplante de médula y sigo viva. Pregúntame [159]

  1. #125 Te emocionas porque lo has vivido! Me he animado a escribir por un comentario anterior en el que admites haberte convertido en una luchadora y en una guerrera. Y eso me ha recordado la lucha de mi hija y en lo fuerte que es.
    Que todo te vaya estupendo Monique!!!
  1. Hola. Creo que es el primer comentario que escribo en Méneame aunque lo sigo desde hace años.
    Felicitarte por tu recuperación y por tu idea de alumbrar las oscuridades de este tema.
    Diagnosticaron a mi hija, a los diez años, una Leucemia Linfoblástica Aguda con traslocación positiva del cromosoma Filadelfia. Es una variante muy poco usual y de muy mal pronóstico. No servía la quimioterapia habitual y no encontramos ningún donante compatible entre los familiares más cercanos pero, cuando más negro estaba todo y a través de la red de donantes de médula ósea, encontraron un donante en EEUU.
    El proceso fue muy duro: radioterapia y quimioterapia para inutilizar todo el sistema inmunológico, el agresivo tratamiento con los inhibidores de tironsincinasa, el aislamiento en cámaras, los cambios físicos, la separación de la familia y amigos, el aislamiento, la recuperación, los controles, las recaídas... No se sabe cuanto cuesta ver la luz al final del tunel.
    Sí no se vive no se sabe lo que se pasa y la gran suerte es la calidad de la sanidad pública, los conocimientos, aptitudes y compromiso de los doctores, los psicólogos, el equipo docente que trabaja para que no pierdan el curso de sus estudios, la abnegación de los auxiliares de enfermería y los enfermeros... Trabajar, día tras día, en un pasillo repleto de habitaciones con uno o dos dramas que pueden acabar en muerte no lo puede hacer cualquiera.
    En mi familia sabemos lo que has pasado y es importante que lo desees explicar y compartir.

    Mi hija tiene, ahora, quince años y hace una vida prácticamente normal.
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