#29 Es una cosa que discuto con la jabru para cuando vayamos. "Pero es que yo no soy graciosa pa contar una ruina". Da igual. Los graciosos son ellos: tú solo tienes que contar tu movida y dejar que ellos hagan su trabajo.
#21 A ver, es que es un formato casi perfecto, y eso que es casi todo improvisado. TODO el mundo tiene una ruina, grande o pequeña, y a todo el mundo le gusta escuchar historias de "desgracias" ajenas. Sobre todo cuando vienen aderezadas con buenos chistes, y precedidas por el ejemplo de alguien cuyo trabajo consiste en contar historias graciosas.
#8 En el 94. Dookie de Green Day, Smash de The Offspring, Let's Go de Rancid, Punk In Drublic de NOFX, Trashed de Lagwagon y Stranger Than Fiction de Bad Religion son de ese año.
#23#24 Las conexiones en red se llevan midiendo en bits por segundo (baudios) desde que existen las conexiones en red. Es decir, desde mucho antes de que Internet fuera popular.
#64 No, si yo no hablo de respeto o educación. Hablo de parecer una persona civilizada o un gañán de palillo en boca, golpes de moneda en la barra y peticiones como "maestro, tráeme la dolorosa y un poli que corra poco".
#45 El problema no es decir "Por favor, ¿me pones una cerveza?". Ni siquiera es decir "Por favor, ¿me pones otra cerveza?" a pesar de que a nadie le importa si es tu primera o la décima, y el camarero o bien no le importa o bien ya lo sabe.
El problema auténtico es llamar "jefe", "maestro", "chico", "moza" u "oyes" al camarero, y añadirle un chiste viejo y chusco a una transacción sencilla.
#7 O a veces en el chanclo (otra zapatilla, pero de goma) y luego en la madreña.
Mi güelu era madreñero. Para hacerte un par, lo que te pedía era que le llevaras unas zapatillas, y de ahí tomaba la medida. Menudo curro duro, hacer madreñas.