Son dos sistemas muy similares, que mezclan un sistema público que asegura un mínimo para todos y en el que las diferencias entre los que más ganan y los que menos son pequeñas, con un modelo privado, impulsado e incentivado por la ley y que se articula fundamentalmente a través de las empresas.
Ni ciudadanos es liberal ni el liberalismo beneficia solo a las rentas altas. Al contrario, las rentas bajas son las que tienen más que ganar con el liberalismo a largo plazo.
España debería avanzar hacia un nuevo modelo de financiación basado en la descentralización, la suficiencia y la corresponsabilidad fiscal: a saber, permitir que cada autonomía recaude la totalidad de los ingresos que necesita para sufragar aquellos gastos que recaen bajo su competencia y, por supuesto, poner fin a la ineficiente e injusta redistribución interterritorial.
#6 pues busca esos supuestos datos que contradicen este artículo antes de llamarlo basura. El problema es que la realidad no encaja con vuestro discurso.
Ah, y mi karma Menéame no me podría dar más igual. Tengo una vida.
En 2016 los beneficios de las empresas españolas todavía eran un 48% inferiores a los previos a la crisis. Es verdad que, desde los mínimos de 2012, las ganancias han crecido cerca de un 35%, pero todavía se ubican un 48% por debajo de 2007. No deberíamos mezclar los expansivos beneficios que cosechan algunas multinacionales españolas en el extranjero con las estancadas ganancias que obtienen en nuestro país.
Es de 2013 pero todo lo que explica sigue teniendo la misma validez hoy en día. Los bancos centrales siguen promoviendo el crédito barato y la inflación que penaliza el ahorro.