Aquí una víctima del tornado número 4, Carlet Oeste, nos arrasó un campo de naranjos y una caseta de aperos. Hace unos años ya pasó otro, pero os aseguro que nada que ver con este. La reconstrucción del tendido eléctrico es vertiginosa, y mi marido ha podido hablar tanto con peritos, ingenieros, como con el equipo de trabajo. Esto es debido a que 29 torres de alta tensión cayeron como si hubiesen estado hechas de plastilina, y una de ellas nos afectó directamente. Un miembro del equipo le comentó que con una experiencia de 37 años en la empresa, jamás había visto nada parecido. Pero como solo tenemos que lamentar pérdidas económicas, me siento afortunada.