No dejéis de leer este estudio -escrito en forma de ensayo- de tan entretenida y edificante lectura. En él se nos descubre, nada menos, por qué en el Islam la naturaleza y la ley (la vieja confrontación entre physis y nomos) dependen al fin y al cabo de una revelación, frente a la que hay que rendir una pleitesía que, quizás, hunde al hombre en un inmovilismo poco saludable.
No me diga usted!