Es como todo: sería fenomenal tener buenas televisiones públicas, pero es nefasto tenerlas malas, que es lo que ocurre ahora en España. El problema es que algunos piensan que la solución a la mala televisión pública no es hacerla buena, sino hacerla privada.
Se repite la historia de la Alemania de Bismark con el Partido Comunista Alemán, donde por un lado estaban los revolucionarios, como Rosa de Luxemburgo, y por otro el ala reformista encabezada por el Tsipras de la época, Bernstein.
Finalmente ganaron los reformistas y todos sabemos como acabó aquella Alemania: Dominada por el fascismo más extremo. De nuevo volvemos a ver repuntes de partidos fascistas, de conductas xenófobas y de partidos revolucionarios que acaban convirtiéndose en reformistas (como Podemos).
Esperemos que de esta hayamos aprendido y consigamos revertirlo a tiempo
#3 Hay que ser un mierda y un mediocre para hacer eso. Esos policías municipales son un auténtico fraude para los ciudadanos, porque en lugar de hacer el trabajo por el que cobran, se ponen a perseguir a los más débiles.