Me parece una medida fenomenal.
Sin embargo esta actitud de las empresas ocurre por dos motivos:
Primero las empresas carecen de toda humanidad y los empleados que ejecutan estás medidas piensan que la empresa es todo y la van a heredar.
Segundo, mal uso y picaresca por parte del empleado. Más de una vez he visto a un amigo con una caña a las 11 de la mañana y era por un padre enfermo al que no se iba a dignar a visitar porque ya le asistirá su madre.
Esto provoca que luego tienes una necesidad real y te enfrentas a todas estas reticencias de forma más frecuente.
Porque quiere abandonar el eje euroasiático a futuro incontrolable bajo su sombra y centrarse en el contiene americano que es su única posible órbita de influencia a un coste asequible.
Está en su línea política de cerramiento sobre si mismo.
Google hace lo mismo, se basa en los datos de los miles de usuarios para buscar la ruta más rápida en ese momento.
En cierto modo se convierte en un distribuidor de tráfico. Cosa que quizá algún día se lo cobre a los gobiernos.
También si es susceptible de hackeo o una mala programación, puede generar una optimización ineficiente le lleve a un estado a perder miles de euros en combustible, logística y tiempo de la masa laboral.
A ver, analizando el lenguaje corporal. Dar algo sé expresa con la mano abierta y hacia arriba, ya que das y te desprendes, pero no hacia abajo por qué se te cae. La mano junta hacia arriba significa dame, porque cierras los dedos para que no se te caiga.
Poco natural pero pasable sería darle la vuelta a la mano en un gesto de lanzar (porque si está del revés se te caen las cosas) pero con los dedos abiertos. La mano hacia abajo y con los dedos extendidos y cerrados difícilmente se le puede dar connotación de dar o de lanzar.
Al final era de esperar que un aumento de temperatura solo provocase un aumento del consumo eléctrico para refrigerar y con ello aumentar las emisiones y el calentamiento global.
Buf, un colega sé cayó de la escalera metiendo la pierna entre los peldaños y se dejó la rodilla hecha pedazos. El cirujano se alegro de que aún le sobró alguna pieza de la prótesis.
#63 Perdió bastante valor, pero no la mitad. Hizo una mala inversión. Luego el resto de la fiesta la pagamos los españoles con la SAREB, que ha servido para sostener el precio de la vivienda, para especular con ella y para beneficiar a los fondos buitre.
#55 Especularon con el y se la metieron doblada porque el valor de los pisos no era real. Y el colega es un especulador, uno que haría negocio con cualquier cosa.
#6#9 Mi familia tenía unas pocas acciones de Sacyr Vallehermoso y de Metrovacesa. La herencia del abuelo que entre 6 hermanas no daba para mucho, pero mi tío que era un gran economista tres meses antes de la crisis del ladrillo sentó a la familia y les hizo vender todo.
Ellos y sus círculos tenían claro lo que estaba pasando, decía desde dos años antes que las cifras fueran insostenibles y en el punto de rotura estuvo al tanto. Otra cosa es lo que se transmite a la gente normal para que siga como si nada y haga el máximo gasto posible en beneficio de las grandes compañías.
Es más, ese verano advertí a un colega que no se comprará un piso de mierda por 180.000 que podía perder la mitad del valor y no me hizo ni puto caso.
El problema es que el estado debería ser laico pero se, y no que hayan políticos que puedan jugar esa baza para ganar votantes.
Con todo el respeto a la religión, a sus festividades, a sus imágenes, pero en paralelo al estado. Sin renegar de nuestro legado y patrimonio y realidad cultural.
Porque un partido que se dice liberal y que dice que haya que menguar el volumen del estado pero que luego lo incremente hacia la religión es una contradicción.
Llámale transición energética, llámale fomentar el uso de las renovables o asume la realidad de que no tenemos capacidad a futuro de mantener un suministro ni de combustible nuclear ni de combustibles fósiles en Europa.
Asumamos que no solo buscamos una Europa verde, si no sobrevivir en un mundo donde cada vez pintamos menos y donde dependemos para ciertas cosas de terceros países.