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OlgaRodriguez

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Periodista especializada en información internacional. Entre sus galardones: Premio Derechos Humanos APDH 2014, Premio Enfoque 2014, Premio Club Internacional de la Prensa 2006, Premios Pluma de la Paz y Ortega y Gasset colectivo por su trabajo desde Irak. Autora de varios libros sobre Oriente Medio

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Hola, soy Olga Rodríguez, periodista enviada de eldiario.es a Hungría para cubrir el drama de los refugiados. Pregúntame [131]

  1. Siento no haber respondido a todas las preguntas, gracias por las preguntas interesantes y pertinentes y espero que sigamos interesándonos por esta crisis, que sin duda tendrá un segundo capítulo... Saludos
  1. #9 Las informaciones que ellos reciben son confusas y contradictorias y de hecho por ejemplo nadie sabe a ciencia cierta cuál será el destino de los refugiados registrado con huella digital en Hungría. Muchos no se fían y por eso intentan escapar del punto de recepción de Roeszke, para evitar ser internados en los campos donde los registran. Temen que eso les obligue a solicitar asilo solo en Hungría o que Hungría los deporte. Alemania ha suspendido el acuerdo de Dublín y por eso son muchos los que van a territorio alemán, sabiendo que aunque hayan sido registrados en otro país de la UE, pueden pedir asilo en Alemania. Lo que es escalofriante es cómo cualquier pequeño gesto o decisión puede condicionar el resto de la vida de los refugiados: sentarse más o menos lejos de los maizales - única vía de escape- del campo de retención puede cambiar su futuro. Decidir tomar una ruta u otra, también. La mayoría no ha decidido aún por completo a dónde ir. Muchos barajan Alemania, pero no descartan Suecia o Noruega, por ejemplo. Nos preguntan a los periodistas cuál es la mejor opción.
    Con esta respuesta me despido, se ha acabado el tiempo, ha sido un placer dialogar y contestar a vuestras preguntas, algunas muy pertinentes e interesantes. Saludos!
  1. #38 Hay muchísimas familias y muchos menores que viajan solos (aproximadamente unos 100.000), hay muchísimos niños pequeños y bebés, y también ancianos.
  1. #48 Sí, estoy de acuerdo
  1. #10 Tienen presencia en las calles. El día 4 atacaron a refugiados en la estación de tren de Budapest y esa noche organizaron "la caza del refugiado", tras un importante partido de fútbol. Aquí una crónica en la que al final mostramos un vídeo: www.eldiario.es/desalambre/conflicto/Refugiados-Hungria-Union-Europea-
  1. #16 Creo que es importante recordar que el primer ministro húngaro Viktor Orbán es integrante del Partido Popular Europeo y fue vicepresidente del mismo, así que no vale el discurso que lo pinta como el "poli malo". El PP debería exigir su expulsión de su grupo parlamentario. Hungría lleva año teniendo un grave problema de racismo, se registran ataques a gitanos y extranjeros, el movimiento ultraderechista Jobikk (Por una Hungría Mejor) ha aumentado su popularidad, y ante ello el primer ministro no duda en agitar él también la xenofobia para no quedarse atrás. El viernes día 4 de septiembre fui testigo de cómo un grupo de ultras atacaron a los refugiados en la estación Keleti de Budapest, yo misma recibí un botellazo, arrojaron botellas de cristal de cerveza, duchando con cerveza a algunos refugiados, y bombas de sonido. Provocaron a los refugiados y si la situación no terminó mal fue gracias al temple que estos tuvieron. Al final de esta crónica podéis ver el vídeo de aquél ataque: www.eldiario.es/desalambre/conflicto/Refugiados-Hungria-Union-Europea-
  1. #12 El Ejército se ha desplegado en la frontera de Hungría con Serbia y tiene orden desde hoy de detener a todos los refugiados que intenten cruzarla. La situación era tensa y ahora comienza una fase peor aún. La política de cuotas es sin duda terrorífica. Recomiendo un spot de CEAR en el que se compara lo que está ocurriendo con una subasta de personas, condenando a las que no son "compradas" a ahogarse en el mar. Algo así están haciendo nuestros gobiernos y encima pretenden con ello erigirse como adalides de la solidaridad, cuando en realidad condenan a la expulsión y al riesgo de muerte a refugiados y migrantes. Es peligroso cómo se va a intentar remarcar más que nunca la diferencia entre refugiados e inmigrantes, despojando a estos últimos de cualquier derechos
  1. #17 Lo que nosotros hemos visto en Hungría es gente necesitada que acepta y agradece enormemente la ayuda. Hemos visto campos donde reciben un trato humillante, una noche cientos de personas fueron castigadas a permanecer a la intemperie, sin mantas ni comida, porque habían intentado irse del campo. Allí había niños y ancianos y si no llega a ser por los voluntarios que llegaron con comida y abrigo, la noche habría sido mucho más dura de lo que fue. Muchos refugiados nos han contado que han sido golpeados en los campos y que solo les dan de comer un trozo de pan con una fina loncha de queso. Cuando llegan a lugares donde al fin encuentran solidaridad -por parte solo de la ciudadanía, no del gobierno húngaro- claro que la aceptan y la agradecen. Date cuenta de que llegan casi todos solo con la ropa que llevan puesta, porque en el trayecto por el Mediterráneo tuvieron que arrojar sus escasas pertenencias para evitar volcar. En Budapest reciben de la ciudadanía organizada ropa y comida, y hacen fila durante horas para recogerla.
  1. #41 Opino que lamentablemente gobiernos occidentales y algunos think tanks al servicio de sus intereses marcan la agenda de buena parte del periodismo de información internacional. Además en los últimos años las secciones de información internacional han sufrido recortes y en países como España no son una prioridad: por eso es más fácil que calen mensajes procedentes del poder, interesado en poner el foco solo en determinadas cuestiones. Dicho esto, creo que sería un error pensar que esta crisis de refugiados no requiere la atención que está recibiendo. Es sin duda noticiable y me temo que habrá un segundo capítulo en ella en el que veremos una distopía mayor, con políticas oscuras dispuestas a instrumentalizar este drama. Entre los refugiados que llegan a Hungría, por cierto, hay un número elevado de afganos e iraquíes.
  1. #6 En un mundo idílico podrían ser válidas las tesis que defienden las intervenciones militares como solución a los conflictos. Pero no vivimos en un mundo idílico y por tanto sería ingenuo pensar que detrás de las intervenciones militares no se esconden intereses desfavorables a las poblaciones que sufren las guerras. Por otro lado, Occidente lleva tiempo interviniendo en Siria y algunos países occidentales prefirieron de hecho una guerra de desgaste entre los bandos implicados. En cuanto a la solución a la crisis de los refugiados, políticas solidarias, realistas, que dejen de una vez el cinismo de lado. En este siglo estamos viendo solo el principio de lo que será sin duda uno de los grandes temas: cómo las guerras y la desigualdad seguirán provocando desplazamientos. Llevamos la migración en nuestro ADN (si no, el ser humano no habría salido nunca de África), y tenemos derecho a huir de lugares donde la desigualdad y el neocolonialismo no nos ofrece más que miseria e infelicidad. La UE tiene capacidad para acoger a muchos más refugiados de los que han llegado hasta ahora. Otra cosa es que haya voluntad.
  1. #3 Hola! Es conmovedor ver la solidaridad de miles de personas en Hungría que reparten la comida, las mantas y la atención que el gobierno húngaro niega a los refugiados. Pero a su vez no se puede negar que los mensajes xenófobos del gobierno o de gente como el obispo húngaro Rigo (diciendo que esto es "una invasión"), calan en sectores importantes de la población, en un país que tiene organizaciones neonazis que han protagonizado ataques contra refugiados y desde hace años contra la población gitana, por ejemplo, sin recibir por ello castigo. En la región fronteriza con Serbia hay grupos solidarios que ayudan a los refugiados, pero la verdad es que se palpa una atmósfera un tanto hostil: la mayor parte de los vehículos pasan de largo y no se paran para ayudar a las familias que vagan por la carretera, a los propios periodistas nos han negado algo tan simple como darnos un número de teléfono para llamar a un taxi, por temor a que fuéramos refugiados, y los taxistas exigen que nos identifiquemos "porque si sois refugiados no os puedo llevar". La ley húngara criminaliza la solidaridad y eso se nota.
  1. #8 Por un lado el Gobierno de Viktor Orbán está usando este asunto para agitar xenofobia y escenificar una competición con Austria, exacerbando el nacionalismo contra el país vecino. Pero al mismo tiempo está haciendo parte del trabajo sucio de la Unión Europea: a partir de hoy castigará con penas de tres años de cárcel a quienes crucen la frontera sin papeles y de cinco años si al cruzarla dañan la valla (todo un mensaje simbólico). Acaba de cerrar la valla de la frontera por completo y por tanto impedirá la entrada de más refugiados. A su vez, en estas últimas semanas ha estado controlando el tiempo de los desplazamiento de los refugiados, reteniéndolos en las estaciones de tren, arrestándolos e internándolos en campos donde reciben trato humillante. Hemos visto escenas terribles a las puertas de esos campamentos, podéis verlas y leer sobre ellas en las crónicas que fuimos enviando: www.eldiario.es/autores/olga_rodriguez/
  1. #2 Hola. Recientemente he hablado con algunas personas sirias e iraquíes que conozco desde hace años, por haber trabajado mucho en Oriente Medio. Querrían sumarse a este éxodo, pero no cuentan con dinero suficiente o no pueden arriesgarse a caminar miles de kilómetros porque son muy mayores o sufren alguna enfermedad. Ten en cuenta que solo para cruzar el Mediterráneo de Turquía a Grecia las mafias les piden más de 1.000 euros. Para viajar desde la frontera de Hungría con Serbia hasta Budapest una familia de cuatro personas tiene que pagar a los traficantes al menos 1.000 euros, cuando ese mismo desplazamiento en tren o en bus cuesta entre 10 y 15 euros. Muchos han estado desde el inicio de la guerra siria ahorrando y es ahora cuando por fin han reunido dinero suficiente para afrontar semejantes pagos. Y muchos son de clase media, cuentan con recursos económicos. Entre los refugiados que he entrevistado en Hungría había profesores, ingenieros, matemáticos, estudiantes universitarios... En Hungría el Gobierno de Orbán agita el fantasma de la xenofobia y lamentablemente eso cuaja en importantes sectores de la población. En este análisis que publico hoy cuento más sobre el clima que se respira en Hungría en ese sentido: www.eldiario.es/desalambre/Once-reflexiones-Hungria-refugiados_0_43080 Por lo demás, creo que tenemos que temer cómo se va a instrumentalizar esta crisis y cómo en nombre de una presunta "amenaza terrorista" podrían justificarse más políticas de represión.
  1. #4 La pregunta que todos nos hacemos es por qué ahora aumenta tanto el número de refugiados que llega a Europa. Las razones son varias: En primer lugar, porque los países en los que muchos estaban hasta ahora como refugiados -Turquía, Líbano y Jordania principalmente- no tienen capacidad para recibir más. A Turquía han escapado 2 millones de sirios que no tienen derecho a trabajar en el país, por lo que llega un momento en que tienen que plantearse emigrar a otro lugar.
    En segundo lugar, suenan tambores de más guerra en Siria, con la participación de Turquía, el refuerzo de la presencia de Rusia e Irán y la continuación de la intervención de Francia y Estados Unidos -con bombardeos- y de países del Golfo, que suministran apoyo a diversos grupos armados, incluidos yihadistas. Esta frágil situación de Siria hace temer una partición del país. De hecho la propia capital, Damasco, se encuentra expuesta ya a la amenaza de grupos armados yihadistas, y así lo relatan muchas familias que me he encontrando en Hungría y que han huído de Damasco.
    En tercer lugar, existe preocupación entre los refugiados sirios sobre su posible estabilidad en Turquía, después de que el partido del presidente Erdogan -defensor de acoger a los refugiados a pesar de que no les ofrece algunos derechos fundamentales- sufriera un descenso en las últimas elecciones. Próximamente habrá comicios y los sirios temen que si pierde el AKP, partido de Erdogan, sean expulsados de Turquía.
    Y en cuarto lugar, esto era una crónica anunciada: desde hace tiempo muchos hemos advertido de que la crisis de los refugiados en Oriente Medio terminaría llegando a Europa. Hay que tener en cuenta que hay millones de desplazados y de refugiados desde 2006, cuando la situación en Itak obligó a huir a más de 5 millones de iraquíes. De ellos, la mitad se instaló temporalmente en Siria, donde luego estalló la guerra, sumándose al drama iraquí el drama sirio: una bomba de relojería que hasta ahora han estado soportando los países limítrofes, y que ahora se ha extendido hasta territorio europeo. La UE ha mirado hasta ahora hacia otro lado, apostando por las vallas y los muros, sin asumir su responsabilidad política y moral.
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