Kelvin Roldan, se desempeña en la arena política en Connecticut, tiene un origen muy humilde y fue su madre, Sotera Davila quien nunca conocio la palabra "imposible" la responsable de que el brille hoy como profesional.
Mueren, son violadas, son maltratadas, son asesinadas y a nadie le importa. La droga y el alcohol a veces las ayuda a soportar los “gajes del oficio” pero no hay duda que el final es triste, la vida de ellas depresiva y de mujeres de la vida alegre no tienen nada.