Da igual el color político: en todos los partidos hay gente honrada y gente corrupta... A ver si hay bemoles y los honrados expulsan a los corruptos!
Tenemos un problema serio: los políticos son la nueva clase noble en la sociedad que se cree por encima de las leyes y que goza de privilegios especiales que no dudan en utilizar impunemente. Necesitamos que el sistema judicial tenga los medios necesarios para acabar con esta lacra, y que pueda funcionar con la diligencia de la que hoy día carece.