Esto es el resultado de privatizar y mercantilizar un espectáculo como el “furbol”. Si se trata de un deporte, debiera ser accesible, practicable y social. Pero no, se hacen competiciones en latitudes lejanas dónde la afición no llega y con clubs españoles, se transforman en sociedades anónimas clubes de tradición deportiva y social, se mueven toda clase de licencias de visualización a precios infumables en plataformas monopolísticas, se consiguen resoluciones judiciales que afectan a otros servicios con prioridad “furbol”, se instrumentan diversos estamentos corruptos con prácticas mafiosas que afectan arbitrajes y federaciones deportivas. Habría que intervenir y refundar las bases para la realización de encuentros, participación social deportiva de aficionados y socios, instrumentar grandes carpas de psicólogos para aficionados ultras y hacer comprender a los primates que siguen dinámicas de tribu que el deporte no es enemistad de bandas, sino el reconocimiento del mérito por la habilidad para hacerlo mejor. Muuuchhaaa
Nada que aprender del neo-análisis de un especulador intelectual de la saga de sucesores del fundador de Ferrovial y hermano del que decidió trasladar la sede de Ferrovial fuera de España para no pagar impuestos. En 2007 abandonó su cargo en el consejo de administración de Ferrovial y en 2014 ya había liquidado sus acciones para financiar su aventura de pijo adinerado llamada MYWAY, también forma parte del Think Thank Civismo.
Este sujeto, notario de actividad circunstancial, empresario y libre pensador, se activa en el negacionacismo contra las medidas sanitarias como si fuera un experto en sanidad, casposo promotor de la perspectiva de que la socialdemocracia tiene estrategias bolivarianas, es capaz de afirmar que el PP es izquierda socialdemócrata. Defensor del despido libre, está contra el aborto y la eutanasia y es negacionista consumado del cambio climático. Nada de lo que diga tiene valor ni consideración aceptable.