#27 Sí que lo es, especialmente en la saga de Bean. Es doloroso ver cómo aparta personajes femeninos de la trama porque no es lo que se supone que deben hacer o que las personas con religiones "correctas" tienden a tener razón. Pero sus historias son muy buenas, con reflexiones muy profundas e interesantes. Si sabes apartar eso de la historia, no hay problema.
Yo compartía la cuenta con mis hermanas y mi cuñado y aunque apenas veía ya series (quizá 2 o 3 estrenos grandes al año) lo mantenía porque salía relativamente barato entre 4 y siempre existía la posibilidad de ver algo aunque no lo hiciera, pero llevaba tiempo queriendo dar de baja la suscripción. En el momento el que que dijeron que se dejarían de compartir cuentas lo hablé con el resto (que resultó que tampoco lo usaban apenas) y lo cancelamos.
Lo gracioso del tema es que hay otras plataformas a las que no estoy suscrita pero de vez en cuando compro un mes, veo todo lo que hay y me doy de baja (ej. Disniplas) pero con el precio del mes en Netflix es que ni me molesto.
Edito: Llevaba desde que sacaron el servicio en España con suscripción.
No termino de entender muy bien por qué hay tanta polémica con este documental cuando hay películas y documentales a patadas con las tonalidades de piel "correctas" pero históricamente falsas y pasan desapercibidas. De repente todo el mundo es un purista histórico.
#6 Como si pudiera evitarlo. Trabajo en una oficina con un ordenador. Intento caminar 5 minutos cada hora y moverme un poco. Cuando teletrabajaba podía moverme más o trabajar un rato de pie, ahora imposible.
Hago yoga 3 o 4 veces por semana pero, sinceramente, no compensa las 9 horas diarias sentada que me como de lunes a viernes.
Mi madre tenía las piernas llenas de varices de trabajar de pie, yo tengo la espalda destrozada. Bendiciones de la vida moderna.
#2 Era una serie muy chunga para críos. Yo recuerdo a un cuervo que se pintaba el pico de negro para que nadie supiera que no era cuervo de pura raza y luego cuando me hice mayor entendí que iba sobre el nazismo.
#2 Yo la pasé el año pasado. Me afectó la cabeza y parte de la cara. Afortunadamente, sólo fue dolor y picores muy intensos, con la medicación lo pasé bien. Una conocida la pasó más o menos en la misma época y tiene la mitad de la cara paralizada y no puede cerrar bien un párpado. No es cosa de broma.
#77 Lo que yo quería indicar es que a esa gente las "nuevas tecnologías" les llegaron a los 15-20 años, no a los 40, como a mi madre. Y todo el mundo tiene un smartphone, hasta mi madre de 66 años. Vamos, que me parece un poco exagerado decir que a la gente de 45 le cuesta hacer una búsqueda por Google, usar una App o cualquier otra chorrada de ese estilo. Que lo digas de gente de 70 u 80, lo entiendo.
#26 Yo también tengo ese cacharro y ha sido de las mejores compras de mi vida. Esa misma marca tiene otros utensilios para cocinar al vapor en el micro que me han solucionado el día a día.
#24 Por favor, la gente de 45 es la primera que jugó a consolas y utilizó ordenadores. Tengo 40 años y entiendo más de nuevas tecnologías que mis compañeros de 20. No es la edad, es si en algún momento te ha interesado ese tema.
#19 Sí, pero para navegación es más precisa la estrella polar, que no cambia perceptiblemente su situación en el cielo en ningún momento. Para orientarte con el Sol en alta mar se usaban tablas muy complejas para las que necesitabas saber perfectamente en dónde estás y qué hora local es. Por eso la estrella polar fue más fiable que el Sol para orientarte durante mucho tiempo.
#106 Tengo varios amigos igual que tú y está perfecto (aunque curiosamente en todos los casos él tiene ingresos propios por otros medios). El problema no es la dicotomía hombre-mujer, es el concepto de que una parte de la relación sacrifica su capacidad para valerse por sí misma en favor de la unidad familiar. Por desgracia o por fortuna, hoy en día las unidades familiares no son para siempre y una de las partes se puede ver en una situación de vulnerabilidad económica muy grave si la cosa se rompe.
Imagino que si os separarais y te quedaras sin ingreso de ningún tipo y tampoco pudieras acceder al mercado laboral por edad/ falta de experiencia, entenderías algún tipo de indemnización. Es decir, tu pareja seguiría cobrando lo mismo que antes (podría pagar incluso a otra persona) y tú pagarías los platos rotos por una decisión conjunta, de los dos.
Entiendo que es una problemática complicada y la solución no es sencilla.
#23 En los primeros libros la tratan como ELLA cuando claramente es un ÉL (su hija adoptiva le llama papá). Menos mal que en libros sucesivos lo arreglaron.
#0 Gracias por el texto, justo ayer andaba buscandolo (por qué sería...).
La empresa para la que trabajo se dedica a la operación y mantenimiento de plantas fotovoltaicas y llevamos usando ovejas para mantener a raya la vegetación desde hace 10 años. Son muy baratas y eficientes. El problema actualmente es encontrar pastores y rebaños por zonas concretas.
En Soria tenemos una central de biomasa que proporciona agua caliente sanitaria y calefacción a un montón de edificios públicos y domicilios. Es barato y funciona muy bien. A mi madre se lo instalaron hace un par de años y la mejora en la calidad de vida fue increíble, aunque es cierto que hicieron también una reforma en el edificio para ser más eficiente energéticamente (la empresa vende el pack completo). Es muchísimo más eficiente que las calefacciones indivuales, incluso que las comunitarias de vecinos y da 0 problemas.
A mí me parece una idea genial. Y no creo que limite la imaginación. A mí no se me daba bien hacer cosas con tente de la nada, porque en mi cabeza se veía espectacular, pero luego no sabía llevarlo a la práctica. Así que al final me salían cosas feas con las que sí que tenía que usar mi imaginación para ver lo que yo quería. Si yo hubiera tenido esta herramienta, después de montar varias sugerencias habría aprendido técnicas para hacer otras cosas y habría empezado a experimentar y montar mis propias cosas. Es como cuando fui a clases de dibujo, nadie diría que eso limitaba mi imaginación. Al revés, me dió herramientas para crear cosas mejores.
#44 Ahora mismo con una entrada de 20.000 euros no vas a ninguna parte. Si quieres comprar un piso de 112.000 euros debes tener ahorrado al menos 40.000 euros, y ni se te ocurra pensar en reformar la casa o amueblarla. Lo sé porque yo estoy intentandolo y es muy jodido. Encima cada mes que pasa ves que tu ahorros apenas suben porque el alquiler y los gastos diarios se lo comen todo.
Que sí, que hubo tiempo mejores para comprar pisos. Lo que está claro es que cada vez va a peor.
Yo me los he leído totalmente desordenados (no a propósito, a veces la vida es así) y no he tenido ningún problema en enterarme de las cosas y los he disfrutado como una enana. Pero es cierto que algunas cosas no terminaban de cuadrarme. Por ejemplo, el Sam Vimes de Ronda de Noche es muy distinto al de Guardias, guardias. Y lo mismo sucede con la Esme de Ritos Iguales respecto a la de las novelas de Tiffany. Así que yo sí que recomiendo leer al menos cada saga en orden, aunque se vayan intercalando.
Y nunca, nunca empezar por El Color de la Magia, es muy malo, lo siento. Terry era un genio, pero al igual que sus personajes fue evolucionando hasta la perfección. Recomiendo Dioses menores o el primero de la guarida o de las brujas. Si te gustan esos, te gustará Mundodisco.
#16 El mío también, es perfecto de principio a fin, y cuanto más mayor me hago mejor entiendo al viejo Sam. Después estarían Thud y el Quinto Elefante. La escena final con el puro y el hombre lobo es cremita.
#39 Vaya, lo siento si pareció que opinaba que los antidepresivos son malos. Al contrario, a mí me estabilizaron muchísimo y me ayudaron a empezar en un nuevo trabajo, lo que prácticamente me salvó la vida. El problema es que, en mi caso, debería haber sido acompañado de terapia con un psicólogo.
Lo que quería decir es que muchas veces se recetan medicamentos que atenúan y/o disimulan los síntomas y que no van a la causa. Y esto ocurre también con cualquier otro problema físico. Y seguramente el médico de cabecera no sea el culpable y lo sean las administraciones y distintos gobiernos que no dotan a la sanidad de los recursos necesarios, especialmente (pero no exclusivamente) para la salud mental.