No entiendo que es lo que no entienden algunos de la palabra 'injustas'. La desobediencia a leyes injustas esta recogida en el derecho internacional, se recogen como causas de objeción de conciencia, y se protege a los insumisos.
Precisamente lo que no se acepta en el derecho internacional es la aplicación y el amparo de leyes que se intuyen como injustas, ni siquiera por causa de la llamada 'obediencia debida' que esgrimieron en su día los aplicadores de las leyes alemanas que cargaban trenes con destino a Auswitch, o más recientemente a políticos y funcionarios responsables de aplicar leyes injustas en Serbia, Kosovo o Ruanda.
Una ley injusta no debería ser emitida, pero si se dicta, lo que no se debe hacer es aceptarla. No porque no me guste, si no porque es objetivamente injusta. Por ejemplo, la ley hipotecaria española, que obliga a aceptar la tasación del banco para establecer el precio de la vivienda, pero despues exime al banco de cualquier responsabilidad si la tasación resulta desorbitadamente errónea, y carga sobre el comprador toda la carga sobre cualquier desvalorización del bien, de modo que después de pagada la mitad de la hipoteca, entregas la vivienda al banco, y te encuentras con que sigue debiendo al banco más de lo que vale la vivienda según la tasación judicial. Eso es una ley injusta.
#75Lo que muchos criticamos es la postura infantiloide de afirmar que todos los que contrajeron una hipoteca en su momento fueron víctimas y lo hicieron bajo coacción, cosa que es harto falsa.
De acuerdo en eso: es ideología hablar de todo hipotecado como víctima (aunque yo no he hecho eso; mi comentario pretendía ser estrictamente crítico en términos de economía y política). Pero no me negarás que también es ideológico establecer equidistancia entre banqueros e hipotecados (tiene que ver con el mito del individuo como agente libre...): el banco no tiene necesidad de vender hipotecas más allá de lograr unos objetivos, mientras que un trabajador medio sí necesita un techo donde vivir. Otra cosa es homogeneizar a los consumidores de hipotecas, que es lo que vienes a señalar en la afirmación con la que abro mi respuesta: no es lo mismo el que se compra un piso para vivir, que el que se compra el tercer o cuarto piso para especular, o que el que compra un local, o el constructor que pide de más para pagar sobre-sueldos...
En general, cuando me refiero al hipotecado como víctima (y supongo que muchos pensarán parecido) me refiero a casos concretos como el de la noticia: ciudadano que se compra un piso para vivir, espoleado por políticos (vivienda como ahorro) banqueros (te damos más del 100% de la vivienda para que te compres un coche) y especuladores (la vivienda nunca va a bajar) y cuya situación laboral no es tan estable como para que sea seguro que pueda hacer frente a los compromisos hipotecarios durante toda la vida de la deuda. Por ello, cuando veas que aludo a los hipotecados como víctimas, para establecer una clara precisión semántica, me refiero a casos como el de la noticia.
Como parto del supuesto de que los banqueros no tienen necesidad de vender hipotecas, mientras que una parte de los ciudadanos sí tienen necesidad de comprar hipotecas, me reuso a establecer equidistancia entre ambos: no hay criterio objetivo para indicar que un banquero vendiendo hipotecas sea víctima más que de su codicia y de la codicia de los accionistas. Parto siempre del supuesto de que el banquero es proclive a abusar del consumidor (valga como ejemplo el caso de las preferentes...) en base a la no necesidad de vender hipotecas de uno y la necesidad de comprarlas del otro.
Finalmente, lo que cuento en mi comentario poco tiene que ver con lo que señalas sobre lo de decir que no hay que victimizar a todos los hipotecados. No soy economista pero algo recuerdo de mis estudios, y venía a señalar una práctica política que ha tenido lugar durante años con el único objetivo de lucrar a un sector concreto en detrimento de la mayoría. Parece que hay unos cuantos que estáis a la que saltáis cuando hablamos de hipotecados y desahuciados como víctimas...
Precisamente lo que no se acepta en el derecho internacional es la aplicación y el amparo de leyes que se intuyen como injustas, ni siquiera por causa de la llamada 'obediencia debida' que esgrimieron en su día los aplicadores de las leyes alemanas que cargaban trenes con destino a Auswitch, o más recientemente a políticos y funcionarios responsables de aplicar leyes injustas en Serbia, Kosovo o Ruanda.
Una ley injusta no debería ser emitida, pero si se dicta, lo que no se debe hacer es aceptarla. No porque no me guste, si no porque es objetivamente injusta. Por ejemplo, la ley hipotecaria española, que obliga a aceptar la tasación del banco para establecer el precio de la vivienda, pero despues exime al banco de cualquier responsabilidad si la tasación resulta desorbitadamente errónea, y carga sobre el comprador toda la carga sobre cualquier desvalorización del bien, de modo que después de pagada la mitad de la hipoteca, entregas la vivienda al banco, y te encuentras con que sigue debiendo al banco más de lo que vale la vivienda según la tasación judicial. Eso es una ley injusta.