Pues lo que decía: Iván (su disforia de género) no tenía apoyo en casa. No he dicho otra cosa. Ojalá todos pudiéramos contar a nuestros padres antes que a nadie las cosas más sensibles sabiendo que nos van a apoyar.
#92 Alana no lo sé, pero por ese comentario, Iván (o la parte del cambio de sexo de esta historia), parece que no tenía mucho apoyo. Si no, los padres no hubieran sido tan tajantes con eso entre tanto dolor.
#3 Justo cuando sufría por educar a mis hijos para ser buenas personas mientras pensaba que esta sociedad no puede ser más egoísta y carente de valores... Gracias por el enlace, #0.
A veces pienso lo flojas que somos las madres de hoy en día comparadas con las de hace unas décadas. Nos quejamos que la crianza es dura. Luego me acuerdo que la mayoría lo hacemos sin drogarlos y se me pasa.
#9 Discrepo. ¿Bien atendidos en la guardería con 15 más desde que tienen 6 meses porque su padre y su madre tienen que trabajar hasta las tantas? Niños que entran al colegio al aula matinal a las 8 y salen a las 18h de las extraescolares donde solo les queda irse a su casa a hacer los deberes, cenar y dormir? Y sin molestar, que sus padres están cansados y desconectando un rato con el móvil. Yo creo que esta generación es la menos atendida, estresada y solitaria de las que he conocido.
#43 Es que no hace falta que haya estimulación fisiológica. Durante varios días al mes, ovulas y tienes mucho flujo. Estés haciendo lo que estés haciendo.
#3 Pensaba que solo sucedía con Correos. Eso sí, he de decir que puse una reclamación y no solo me llamaron para saber qué había sucedido, sino que me enviaron un código de 15€ de descuento para comprar en web. Hay que quejarse, siempre.
#11 ¿Son todas así desde el principio? Porque lo que yo he visto es que una era así, luego otra se hizo así por no esperar, luego otra también llegaba tarde porque sabía que no iban a estar a la hora ... Y al final todos se relajan y quedas a una hora pero no sabes cuántas horas después va a estar el grupo al completo.
#79 Me alegro que te saliera bien la jugada. Yo harta de llegar siempre tarde con mi marido, le dije que me iría sin él si no estaba a X hora. No estuvo y salí por la puerta y encima se enfadó muchísimo conmigo por no haberlo esperado. Cagaprisas, me dijo. A la siguiente vez volvió a hacer lo mismo y ya paso de amargarme los planes, porque es que se te quitan las ganas de hacer cualquier cosa fuera de casa.
#9 En mi caso es al revés. Yo estoy lista con margen de tiempo y él empieza a arreglarse a la hora a la que hemos quedado en el restaurante, por poner un ejemplo. Para mí el nuevo concepto es llegar y llegar cabreada, por lo que en lugar de echarme la bronca los que están esperando, cuando me ven echar humo suelen responder con un: "tranquila, tranquila, no pasa nada".
#3#8 Ya, yo trabajaba con una persona de Benejúzar cuando lo quemaron. Flipé al ver que defendía a este hombre, pero no por haber sido quemado, sino desde el principio. En el pueblo nunca creyeron a la niña. Decían que era imposible que fuera violada y que al día siguiente estuviera haciendo gimnasia en el colegio (¡y con pantalones muy cortos!). Y que bueno, si sí la había violado, que había que dejarlo tranquilo que ya había cumplido condena. Que todo un pueblo estuviera del lado de este hombre la verdad es para estudiarlo.
Por noticias como esta me abstuve de tratamientos de uñas, potingues y tintes de pelo durante el embarazo y lactancia. Se han reído de mí pero al menos no me la he jugado mientras creaba una personita. Será el instinto o yo que sé.
#10 Y puede buscar un sitio peor donde de lleve por delante a otra persona como un accidente de coche o tirarse dentro de la ciudad y caer sobre alguien. Quien sea usuario de cercanías sabe que de vez en cuando hay que esperar a que levanten un cadáver que se ha arrojado al tren
Muy interesante. Nadie te dice que te compres un sacaleches cuando tienes intención de dar el pecho y yo tuve que ir a por uno a las 3 de la mañana del dolor porque la leche subía y subía y el pequeñajo prefería dormir a mamar. Dando gracias que hay sacaleches y farmacias de guardia. Le pregunté a una tía de mi marido, muy mayor, que qué hacían en el pueblo cuando no había sacaleches y me contó que muchas terminaban con úlceras en los pechos o morían de infección. Otras cogían un cachorro y se lo ponían al pecho. Luego muchos los mataban porque "claro, un perro que había bebido leche humana, Dios sabía qué podía pasar...". Qué triste es la ignorancia y la falta de recursos...