Es más fácil comprar y portar un arma de guerra para acribillar niños en cualquier escuela, que poder votar. "Para el pueblo y por el pueblo" les dijeron, eso sí, con todos los obstáculos e impedimentos que las élites quieran imponer al derecho más sagrado y democrático que hay. ¡Penosos! (De ¡penaos!).
“Si me cruzo un día contigo me voy a emparanoiar(sic), más como vaya con la navaja de mi abuelo”. Dirígete así, con esas mismas palabras a un policía o juez y veras tú donde acabas, y comprobaras lo iguales que somos ante la ley. Se juzga al quien y no el que, teniendo en cuenta la evidente contradicción entre juez de turno y Audiencia ante unas pruebas más que suficientes de delito.
Miedo me da el ardor de estomago y la sensación de indefensión que puede provocarme la sentencia de juzgar a estos matones. Ni siquiera las imágenes como pruebas palmaria del delito y testigos del abuso de poder serán garantía de una condena justa. Todo dependerá del interpretador del juzgado de turno, que no de la ley. Visto lo visto.
Sale más a cuenta delinquir que jugártela por el bien común y la legalidad, con esta justicia de podrida y parcial interpretación. ¿Cuántos años le hubiese caído a la victima de salir bien el delito? No se necesita ser juez ni estudiar derecho para plantearse esta pregunta.