"Se ha escrito tanto sobre lo que consiguió Podemos en 2014 y 2015 que me van a permitir que no lo repita, aunque conviene no olvidarlo.
Consiguió tanto (69 diputados/as junto a sus confluencias territoriales, frente a los 2 escaños de la candidatura IU-Unidad Popular) que lo más oscuro de nuestro régimen monárquico se puso a trabajar duro desde la ilegalidad propia de la delincuencia organizada de Estado para acabar con los autores intelectuales de Podemos y con el propio Podemos.
Que en 2019 Podemos redujera a la mitad su representación de 2015 tuvo que ver con esa guerra de la delincuencia organizada de Estado contra nuestro proyecto, pero también con la lucha cainita ideológica interna que vivió el partido: el sector errejonista estaba en las tesis de Llamazares del año 2000/2004 (esas que acabaron con IU con solo 2 diputados en el Congreso), y el sector anticapitalista estaba en las tesis de Anguita de los años 90. Las tesis pablistas, opinión subjetiva, eran las más novedosas y capaces de brindarnos a medio plazo un cambio de régimen.
Actualmente la teorización del errejonismo de Más País y del carmenismo de Más Madrid es que Podemos debe ocupar una esquina del tablero político y ser el espacio para la izquierda bronca, fea, que se enfada con los poderosos, que hace rabiar al PSOE, que se define como de izquierdas -sin ambages-, a la que votan 4 gatos subversivos tildados de rojos radicales, y permite que un progresismo de centro, amable, guapo, que siempre sonríe y le habla bajito a los lobbys mientras masajea al PSOE, se organice y ocupe sin sobresaltos un espacio político mayoritario paralelo al del PSOE (que no a su izquierda) que les permita gobernar España.
Pero al PSOE, y a la gobernabilidad de España, no le va a ser útil, una vez roto el bipartidismo, una izquierda debilitada y dividida que no sume y multiplique todo lo que el PSOE no quiere, no puede o no sabe sumar tanto de la abstención como del espacio político progresista. Al PSOE las esquinas de tablero que, como en Madrid, no suman escaños para votar investiduras, presupuestos generales y leyes, le quedan lejos.
Así que se hace difícil entender por qué Sumar se permite el anidar en su seno teorías de la esquinita que quieren a Podemos fuera de la Plataforma."