#17 Gazapo, gracias. Ya no tengo tiempo para editar. A ver si algún @admin o usuario especial puede hacer la corrección eliminando ese "tampoco" de la entradilla.
36. El plan de la alcaldía era encontrar una ONG que se ocupara de los drogadictos y dejar que se ocupe de ellos. Es decir, la ciudad simplemente encontraría una instalación adecuada y la aprobaría, y todo lo demás - financiación, médicos, medicamentos, suministros, etc. - recaería sobre los hombros de los benefactores. Al principio, el jefe de la policía local no estaba muy contento con la idea, pero luego habló con un colega de Vancouver, miró las estadísticas de muertes por sobredosis y se dejó convencer.
37. De momento, la iniciativa de Filadelfia cuenta con la oposición de los federales. Pero quizás las cosas cambien cuando los demócratas lleguen al poder y haya centros de venta de drogas legales en los Estados Unidos.
38. Me resulta difícil comparar la situación aquí con la de Rusia. En los comentarios, probablemente escribirán que nuestro problema no es menos grave, sólo que nuestros drogadictos no están tirados en las calles, sino sentados en pisos y sótanos. Puede que sea cierto, pero no puedo imaginar el tipo de brutalidad que veo en Filadelfia en Rusia.
Estas imágenes me impactan incluso a mí; he visto muchas, pero no recuerdo un infierno así. Probablemente se pueda encontrar algo similar en la capital afgana, Kabul.
En las afueras de Filadelfia está el barrio de Kensington, que es un gueto de heroína. El escenario es un gueto, cientos de adictos están colocados, los traficantes venden su droga sin pudor y, si te arriesgas a subir al metro, un "guía de la heroína" -un tipo que te ayuda a conseguir una dosis y a suicidarte cómodamente- está a la salida de la estación.
Lo que hay que entender aquí es que esta problemática es muy local. En otras palabras, es un gueto natural durante una docena de manzanas, pero en cuanto caminas otros 100 metros, hay hipsters con perros en las aceras y cafeterías de moda en lugar de casas de droga.
A diferencia de San Francisco, donde un barrio similar está en el centro de la ciudad, aquí el gueto de la heroína se encuentra en las afueras. El turista ocasional nunca entrará accidentalmente en esta zona, así que no se preocupe.
Filadelfia está considerada como una de las grandes ciudades más peligrosas de Estados Unidos, donde se produjeron muchos delitos violentos en la década de los noventa. La delincuencia ha disminuido desde entonces, pero Filadelfia no se ha librado por completo de su reputación de ciudad con problemas de delincuencia. Uno de sus mayores problemas es el tráfico de drogas, especialmente de heroína.
Filadelfia tiene un mal barrio llamado Philadelphia Badlands, que es el punto más conflictivo de la ciudad.
El nombre es, por supuesto, no oficial, pero se utiliza bastante, especialmente por la policía. El asentamiento fue en su día una vasta zona industrial en la que se alternaban las fábricas con las viviendas colectivas para los trabajadores. Después, la mayoría de las fábricas cerraron, los almacenes se vaciaron y los trabajadores fueron sustituidos por delincuentes, drogadictos y personas sin hogar.
"Famoso por su amor al dinero y a su afán tributario desmesurado (que sacó al imperio romano de la deuda, dejando un excedente en el tesoro para el siguiente emperador), Vespasiano comenzó la tarea de reparar y restaurar el imperio. Empezó a cobrar una serie de impuestos para recaudar fondos, uno de los cuales fue por la recolección de orina de urinarios públicos en el sistema Cloaca Maxima (gran alcantarillado) de Roma".
Paradójicamente en Burgos ciudad, por la calle, hay una muy amplia mayoría de personas (de casi todas las edades) que siguen usando mascarilla permanentemente, incluso en zonas de esparcimiento al aire libre o allí, donde pudiendo mantener la distancia de seguridad, no podría suponer un problema quitársela de manera temporal.
Y también es muy habitual, por desgracia, que se vean grupos de jóvenes (muchos de edad inferior a los de la horquilla que se menciona en el artículo) que se pasan olímpicamente por el forro todas las recomendaciones sanitarias -y también a menudo con una patente falta de civismo-, montando aglomeraciones y botellones casi en cualquier parte.
Donde se supone que debiera de haber más observación de tales medidas (terrazas e interiores de los establecimientos de hostelería) a veces impera la laxitud por parte del cliente, y la vista gorda por parte del negocio; hay muy poca gente con la mascarilla puesta cuando no está consumiendo, la que fuma lo hace en la terraza aun estando explícitamente prohibido, la distancia entre personas no se respeta, etc.
La presencia policial, si no actúa con diligencia y conforme a la ley, es testimonial y no sirve para nada.
Y esto no es puntual, es un problema recurrente desde que se relajaron las medidas, y no se está actuando con la contundencia necesaria para atajarlo.
Aún queda demasiado verano. Miedo me da.
#2 He probado con "Annabel", de Goldfrapp. La separación vocal es bastante correcta, a ratos hasta buena, aunque "arrastra" una parte bien audible de la instrumentación. En los pasajes en los que no hay voz la atenuación de volumen es quizá muy precipitada y brusca, "capando" las colas del verso. Peor parada sale la parte instrumental, en donde no se aprecia una buena corrección en la normalización armónica y notándose muchas ausencias, tanto tímbricas, como de volumen o dinámica, (obviamente en los pasajes precisos en donde se ha extraído la voz).
Humor, flashmobs y memes a la enésima potencia. Este movimiento aquí igual despistaría a alguno (o no, quién sabe), o al menos sospecharía de sus verdaderas intenciones. Pero en ese país es posible ganar fácilmente prosélitos de un perfil intelectual “peculiar”, e igualmente buenas ganancias con el merchandising.