Con todo el respeto que me merece que alguien tan joven se quite la vida, vaya gilipollas los que sin tener oficiio ni beneficio se creen que son como Leo di Caprio en El lobo de Wall Street.
NUNCA, y digo NUNCA, te juegues en la bolsa un dinero que no tienes.
Pues lo tienen fácil; Semanalmente salen de cada ciudad promedio española camiones cargados con el doble de ese tonelaje de cobre puro refinado preocedente del desmonte de las redes telefónicas de cobre, con destino a los altos hornos del norte. Ahora mismo son las ciudades las mejores minas de cobre que existen en el mundo.
Lees algunos comentarios y luego te preguntas cómo es que se acusa a los asperger de falta de empatía, cuando en realidad son ellos los que tienen que vivir en un mundo de auténticos lobos.
#7 Si conoces la ubicación de una transmisión de radio enemiga y controlas aproximadamente la de tus convoyes, te importa tres cojones lo que diga esa transmisión, porque ya puedes suponer que no están hablando de fútbol.
#6 Hasta que crearon los cargueros falsos, con bidones vacíos en la bodega para aumentar su flotabilidad en caso de ser torpedeados y cañones camuflados en cubierta. En cuanto el submarino asomaba la nariz lo le daba tiempo ni a un avemaría rapidito.
Invencibles dice... Desde que los aliados empezaron a utilizar el sónar y la aviación, además de la triangulación de emisiones de radio, los submarinos estaban vendidos dentro y fuera del agua. La prueba es que al final de la guerra la presencia de submarinos en el Atlántico era anecdótica. Alrededor de 35.000 submarinistas perdieron la vida en los ataúdes de acero de Dönitz.
2. El día que Reino Unido derribe un avión o hunda un buque español se le acabó el chollo a Gibraltar para siempre, porque la verja se va a convertir en un puto muro de hormigón.
Se ve que preguntar tonterías es gratis. El sistema Aegis está pensado para buques de superficie del tipo fragata lanzamisiles. Ponérselo a un submarino sería como ponerle un limpiaparabrisas.
¡Qué oratoria! ¡Qué saber componer una frase! Ya podemos quemar las Catilinarias de Cicerón, que con esta interpelación han quedado ampliamente superadas.