En el presente caso la testifical de la denunciante se ha erigido como prueba relevante por su persistencia en la incriminación, por la verosimilitud que se desprende de su contenido y por la credibilidad que ofreció a la Juzgadora la misma deponente en el acto de la vista. Es cierto que el apelante también ha sido persistente en su negativa, pero su posición procesal le permite mentir sin incurrir en delito y su interés es evitar el castigo, del mismo modo que no ha sabido contestar con explicaciones que vayan más allá de la simple negativa. Y decimos esto en razón del sentido lógico de las cosas que tiene la versión de la denunciante, incardinada en el ámbito de las malas relaciones entre las dos partes, en cuyo seno no es extraño la producción de incidentes que exceden del simple enfrentamiento verbal recíproco.
Dice ni más ni menos el juez que se cree la versión de la denunciante porque sí, sin más pruebas, y que en cambio la versión del denunciado no se la cree porque no, literalmente porque no ha sido capaz de demostrar que no dijo una frase que afirma no haber dicho.
Corrijo, que no lo leí bien. No es el juez, es la juez.
Y añade la juez que la acusación es creible porque es normal que pasen estas cosas en una pareja mal avenida. La juez admite que se llevaban mal, o sea que hay animadversión, lo que debería invalidar la declaración de la acusadora por el principio de incredibilidad subjetiva, pero no lo hace porque no le da la gana. Porque no.
Es de notar que la existencia de corroboraciones periféricas, que debería consistir en otras pruebas consistentes con la acusación, ha sido sustituida directamente por "la credibilidad que ofreció a la Juzgadora la misma deponente en el acto de la vista". En otras palabras, porque me da la real gana. Esto es una arbitrariedad absoluta.
Si esto no es un caso de indefensión ¿qué es?
Que no digan las feministas que la sola denuncia no es prueba suficiente. Sí que lo es y esta sentencia lo demuestra.
Que no digan que se aplican una serie de requisitos y garantías, cuando hay evidencia incontestable de que no se aplican.