Cada vez que un magnate extranjero compra un equipo de fútbol lo hace precisamente por esto. El palco te da acceso rápido a una serie de personas de la ciudad donde has comprado el equipo y acceso a otros palcos de otras ciudades. Y se mueve mucho en estos sitios.
Para #7, #8 y todos aquellos que nos quejamos (me incluyo) de que "Menéame ya no es como antes" (aunque todos sepamos que nunca lo fue), cuando leo u oigo este tipo de frases, tan comunes en la "vida real", me acuerdo siempre de una campaña de publicidad que tuvo bastante éxito hace muchos años. Os explico:
Desde 1964 existen unos premios, creados por la Asociación de Diseñadores Gráficos, con sede en Barcelona, que se llaman LAUS. En los primeros años de la existencia de estos premios y, prácticamente, de la existencia del diseño gráfico en España como profesión, dichos premios eran ganados sistemáticamente por empresas y profesionales catalanes, entre otras cosas porque la profesión prácticamente no existía fuera de Cataluña.
Los tiempos cambiaron y el diseño gráfico fue extendiéndose por todo el país, pero los premios LAUS seguían siendo ganados por catalanes. A veces porque eran mejores, a veces porque nadie más se presentaba. Y los LAUS querían extender su área de actuación a todo el ámbito nacional. Entonces, surgió la campaña. Con una frase que decía:
Si nunca te presentas a los LAUS porque siempre ganan los catalanes... seguirán ganando los catalanes.
Y creo que de eso habla este artículo. Viene a decirnos que si nos pasamos la vida quejándonos de que menéame es una mierda... acabará por ser una mierda.
A veces cuesta mucho enviar una noticia y ver cómo los primeros comentarios no son más que bobadas que no aportan nada. A veces perdemos el tiempo en estériles discusiones con gente que no está dispuesta a poner sus ideas en tela de juicio. A veces nosotros somos el intolerante con el que no se puede discutir, el que responde con un exabrupto, el que busca las más absurdas debilidades formales en los argumentos de los otros, en lugar de intentar aportar algo positivo. A veces nos enfadamos, a veces hacemos enfadar a alguien. Supongo que de eso trata este artículo: de que Menéame es, para muchos, como una gran familia, para lo bueno y para lo malo. Y que todos podemos hacer algo por mejorarlo... además de seguir ejerciendo nuestro innato derecho al pataleo, por supuesto.