#161 Los trastornos mentales condicionan en muchas ocasiones el historial médico. Si una persona que los ha padecido es ingresado por otro motivo completamente diferente, puede aparecer algún sanitario y ordenar que amarren a la cama "para prevenir". Por ello, existe tanto tabú en la sociedad a hablar de estos problemas. Si en un hospital (que se supone que deben conocer cómo actuar en casos de problemas mentales) ya condicionan tu estancia y te etiquetan aunque hayas superado el problema ¿qué podemos esperar del resto de la sociedad?
#152 Tienes razón en que no se puede obligar a tomar una medicación y recurrir a dar opciones para que los enfermos tomen la medicación es lo correcto. El problema es que a veces aunque se ponga al enfermo entre la espada y la pared no se va a tomar la medicación. En ocasiones cree que todo es veneno. Llega a pensar que es mejor estar atado que tomar veneno.
Cuando remiten los síntomas más graves del brote, sí se puede hablar y llegar a un consenso para tomar la medicación. Además, si la medicación no es adecuada, se nota y se aprecían las causas que alega el enfermo cuando reconoce que la medicación no le cae bien. Sin embargo, cuando el brote está en su apogeo el enfermo no verbaliza cuál es el daño que le hace la medicación. Simplemente se aferra a su creencia de que es perjudicial, que le quieren hacer daño, etc. En esos casos, hay que tener más mano dura (aunque duela) y "obligarlo". Hay que estar pendiente de los efectos secundarios, de las reacciones que pueda tener, observar si mejora, avisar al médico en caso de que haya cualquier comportamiento anómalo, etc. Es una tarea ardua y exige mucha concentración pero si el enfermo puede salir, merece la pena todo el esfuerzo.
#109 Si se explicaran los tratamientos se disminuiría el riesgo de abandono del tratamiento. Si la medicación tumba en el sofá y no sé sabe qué otros efectos positivos tiene, no se va a seguir tomando. También los riesgos de dejar el tratamiento de forma brusca. Se indica que su abandono debe ser paulatino pero no se explica por qué. Se puede llegar a la conclusión de que es para que no produzcan síndrome de abstinencia. Sin embargo, si uno está bien piensa que eso nunca va a ocurrir.
#95 Como he comentado antes, nos llevamos a casa a un familiar que debió ser ingresado. Yo le obligué a tomar la medicación muchas veces. A veces me sentía muy mal pero veía que hacía efecto. Al menos la angustia y la ansiedad remitían. Siempre he tenido la duda de si hacíamos lo correcto. En estos momentos está recuperada y mi conciencia dice que lo hicimos bien. Sin embargo, siempre nos echa en cara que le obligábamos a tomar la medicación y que "la tomábamos por loca" (palabras textuales). Es duro oirlo porque nos esforzamos mucho para lograr su recuperación pero cuando vemos que está bien, pensamos que, aunque cometimos nuestros errores, no lo hicimos tan mal, aunque ella, lamentablemente, no piense lo mismo.
En primer lugar, agradecerte que estés compartiendo con nosotros nuestra experiencia y enviarte mis más sinceros deseos de recuperación.
¿Crees que si hubieras ido con alguien de tu familia no hubieras terminado ingresado? Tuvimos que llevar a un familiar cercano a urgencias por un trastorno delirante (o psicosis paranoica) de tipo persecutorio. La psiquiatra recomendó el ingreso puntual pero los familiares nos opusimos porque esta persona tenía grabado el recuerdo de su madre que había estado ingresada en un manicomio durante los tiempos de Franco e iba a ser peor el remedio que la enfermedad. Como la psiquiatra vio que tenía apoyo familiar fuerte (faltó llevarnos al perro al hospital), autorizó que se fuera a casa con la medicación. Para nosotros hubiera sido más cómodo el ingreso porque cada vez que había que tomar las pastillas vivíamos una auténtica batalla campal. Además, siempre te queda la duda sobre si el trato es correcto y si en el hospital se hubiera puesto bien antes ¡Muchas gracias!
Acompañó a una persona cercana a terapia por malos tratos. Aunque yo tengo la certeza de que está persona no está, siento su aliento en la nuca porque tengo pánico de que aparezca (y a mí no me haría nada). Cada vez que vamos, parece que estamos viviendo la película "Misión Imposible": damos rodeos con el coche, miramos una y otra vez el espejo retrovisor... El miedo es la principal arma del maltrador y lo sabe. El miedo es el principal obstáculo para denunciar. No sólo la persona maltratada vive con miedo. Su entorno, también. Es una situación muy dura y yo no se la deseo a nadie.