#1#2 Sin duda alguna
cuando tenía 14 años Habermas mandó una carta a un amigo suyo, Hans-Ulrich Wehler, en un pliego con el membrete de las Juventudes Hitlerianas. En ella, supuestamente ensalzaba el curso de la guerra y los avances de las tropas de la Alemania Nazi. Según relata en el libro en los años 70, Wehler le habría mostrado la carta a Habermas y, para su sorpresa, el pensador se la comió.
#6 Precisamente para meterte con #1 incurres en lo que está criticando.
El tío te dice que la viñeta es una mierda pero que como es de eldiario.es que es izquierdoso hay que menearla y tu respuesta es que a él, la de La Razón, diario fachoso le parecerá graciosa.
Es decir, si no te gusta la viñeta es que es de derechas y le gustará la de La Razón, como a ti, que te gusta la viñeta por lo visto porque eres de izquierdas y es de eldiario.es.
Osea, criterio cero, si eres de izquierdas te gustara todo lo izquierdoso, si no obviamente eres derechoso y te gustará todo lo de derechas.
#1 en realidad es una limpieza teológica. Es curioso, la solución pasa por el mismo problema... aunque se les podría meter en una reserva islámica radical con los suyos y esperar unas cuantas décadas a que se muera de muerte natural el último,
#1 Es un programa meramente divulgativo, muy bien hecho, y en el que muestran las caras de la extrema derecha incipiente en Catalunya, España y Europa, sin centrarse en la de España, si lo que insinúas. Decid lo que queráis, pero en este tipo de programas, TV3 le da mil patadas a cualquier otra cadena, como mínimo de las nacionales.
Lo vi en directo, y pese a que aun son minorías, el discurso de estos grupos es muy populista y la gente (muchos de ellos notoriamente bajos en lo que a nivel cultural se refiere) los siguen como lemmings.
cuando tenía 14 años Habermas mandó una carta a un amigo suyo, Hans-Ulrich Wehler, en un pliego con el membrete de las Juventudes Hitlerianas. En ella, supuestamente ensalzaba el curso de la guerra y los avances de las tropas de la Alemania Nazi. Según relata en el libro en los años 70, Wehler le habría mostrado la carta a Habermas y, para su sorpresa, el pensador se la comió.