Lo cierto es que Almeida ha supuesto un soplo de aire fresco en la ciudad de Madrid. Estuve hace unos meses cuando la señora Manuela Carmena era alcaldesa y jamás he salido tan aterrorizado de un lugar: tiroteos a plena luz del día, cadáveres en descomposición en el centro, cuervos, alces, vegetación frondosa, suciedad por doquier, temperatura altísima y lluvias constantes, cámaras vigilando en todas las calles, altavoces con propaganda comunista las 24 horas, ciudadanos vestidos todos iguales, lobotomías obligatorias, prostitutas y drogadictos jugando con niños en parques infantiles, sirenas, caos, edificios destruidos, banderas soviéticas, robos, bebés desnutridos, asesinatos y ausencia absoluta de policía o de cualquier ente de autoridad o seguridad... lo cierto es que estuve hace poco en Prípiat y me pareció mucho más acogedor que el Madrid de Carmena.