En la película “Los hermanos Marx en Oeste”, los protagonistas subían a un tren a vapor para llegar a su destino antes que “los malos”. Sin embargo, en el tren no había más carbón, así que para hacerlo funcionar, los hermanos Marx iban arrancando la madera con la que estaban fabricados los vagones. Durante toda la escena, Groucho Marx no dejaba de gritar: “¡Más madera, es la guerra!”. Al final de esa trepidante escena de acción de los años 30 consiguen llegar al destino, pero del tren, sólo queda su inservible esqueleto metálico. Eso es lo que está haciendo la Comunidad de Madrid con Eurovegas