Alguien ha hablado por ahí de clases (#2), y quiero hacer una pequeña reflexión.
A este chico está claro que le han asesinado... Pero los asesinos cometieron un error: al verle con pinta de "perroflauta" y acento sudamericano, pensaron que no pasaría nada por darle una buena paliza (de esas que a veces acaban con el inmigrante/sospechoso muerto). Ni era la primera ni sería la última vez: Si se les va la mano se hace una autopsia ridícula y un sin papeles/delincuente común menos.
Como ejemplo, el nigeriano que murió con cinta americana en la boca hace poco (también con algunas hostias encima, claro). Otro ejemplo, Ramón Barrios, muerto con 19 años en un centro de menores privado: www.ramonbarrios.tk Ambos casos ya están archivados porque según el forense murieron por parada cardio-respiratoria, que es de lo que se muere todo el mundo cuyo fallecimiento debe quedar impune.
Todo les hubiera salido bien... salvo que el muerto a pesar de sus pintas y su acento extranjero resulta que es hijo de un empresario de los gordos. Por muy argentino que sea, un empresario forrado es capaz de montar un conflicto internacional y hacer que, al menos por un día, salga la mierda a la luz si la policía de otro país asesina a su hijo.
Espero que este empresario tenga suficiente pasta e influencias como para que a los asesinos de este joven les metan en el trullo una buena temporada... Y espero también que este tipo de noticias nos haga reflexionar sobre el valor que tiene la vida humana para los verdaderos responsables de esta historia, que son los políticos que amparan y promueven todos estos asesinatos policiales.