"pero se toman una copa o una cerveza como cualquiera, tienen relaciones sexuales con sus parejas o con quien quieran, etc..."
No, si a mí tomarse una copa o una cerveza y tener relaciones sexuales (sanas y consentidas) con la pareja o con quien uno quiera me parece perfecto y totalmente normal y, de hecho, son asuntos privados de la vida de las personas en los que yo no me meto jamás.
Pero aquí no se está discutiendo eso. Aquí lo que se discute es que esta gente precisamente viene a visitar a y en representación de un colectivo que se vanagloria de meterse en las camas de todo el mundo, diciéndonos con quién y en qué momento tenemos que follar y acusándonos de ser unos guarros, unos impuros y hasta unos invertidos abominables si no hacemos caso de sus dogmas. Además, también critican y condenan a la juventud, acusándola de ser perversa y de dedicarse a la fiesta y a los placeres terrenales impíos, en lugar de acercarse a nuestro Señor Jesucristo.
Y ya la cosa es deschorizante cuando los políticos y los obispoides estos te quieren meter como ejemplo de castidad y espiritualidad a los jóvenes que van de séquito del Papa. Cuando uno pretende ser ejemplo religioso y espiritual para el resto de personas y se atreve a ir por ahí dando lecciones de moral y de castidad a los demás, lo primero que tiene que hacer es taparse ese muslamen y abstenerse de consumir bebidas alcohólicas de alta graduación en la calle, porque a Dios no le gustan las guarrillas que van en shorts bebiendo J&B y Gordon's. Dios quiere mujeres puras que no muestren más que su rostro y sus manos y que sean abnegadas esposas de sus maridos.
Cuando uno decide seguir una religión e ir de espirituoso por la vida debe acatar todas sus normas. A mí, personalmente, no me vale que una tipa vaya de católica y luego ande por ahí en minipantalones y enseñando canalillo mientras se pimpla un whiski con naranja. Y ya si encima me dices que van teniendo relaciones sexuales con sus parejas o con quien quieran ya es que no puedo hacer otra cosa más que partirme de la risa. Lo que deberían hacer es seguir la abstinencia estricta hasta el matrimonio. Pero claro, todo eso ya no mola nada. Lo guay es decir "mira qué buena soy que sigo al Papa" mientras me cepillo a algún joven peregrino después de pincharnos juntos una botella de Bacardi con cola.
Hipocresía en estado puro.
Y #12 y #13: estas noticias ni se tendrían en cuenta si no fuera precisamente por eso, por la cantidad de veces que se nos ha presentado en la TV y desde la política a estos jóvenes como el paradigma de la castidad y la rectitud. Demagogia la que hacen los nacional-beatos. Demagogia e hipocresía.
No, si a mí tomarse una copa o una cerveza y tener relaciones sexuales (sanas y consentidas) con la pareja o con quien uno quiera me parece perfecto y totalmente normal y, de hecho, son asuntos privados de la vida de las personas en los que yo no me meto jamás.
Pero aquí no se está discutiendo eso. Aquí lo que se discute es que esta gente precisamente viene a visitar a y en representación de un colectivo que se vanagloria de meterse en las camas de todo el mundo, diciéndonos con quién y en qué momento tenemos que follar y acusándonos de ser unos guarros, unos impuros y hasta unos invertidos abominables si no hacemos caso de sus dogmas. Además, también critican y condenan a la juventud, acusándola de ser perversa y de dedicarse a la fiesta y a los placeres terrenales impíos, en lugar de acercarse a nuestro Señor Jesucristo.
Y ya la cosa es deschorizante cuando los políticos y los obispoides estos te quieren meter como ejemplo de castidad y espiritualidad a los jóvenes que van de séquito del Papa. Cuando uno pretende ser ejemplo religioso y espiritual para el resto de personas y se atreve a ir por ahí dando lecciones de moral y de castidad a los demás, lo primero que tiene que hacer es taparse ese muslamen y abstenerse de consumir bebidas alcohólicas de alta graduación en la calle, porque a Dios no le gustan las guarrillas que van en shorts bebiendo J&B y Gordon's. Dios quiere mujeres puras que no muestren más que su rostro y sus manos y que sean abnegadas esposas de sus maridos.
Cuando uno decide seguir una religión e ir de espirituoso por la vida debe acatar todas sus normas. A mí, personalmente, no me vale que una tipa vaya de católica y luego ande por ahí en minipantalones y enseñando canalillo mientras se pimpla un whiski con naranja. Y ya si encima me dices que van teniendo relaciones sexuales con sus parejas o con quien quieran ya es que no puedo hacer otra cosa más que partirme de la risa. Lo que deberían hacer es seguir la abstinencia estricta hasta el matrimonio. Pero claro, todo eso ya no mola nada. Lo guay es decir "mira qué buena soy que sigo al Papa" mientras me cepillo a algún joven peregrino después de pincharnos juntos una botella de Bacardi con cola.
Hipocresía en estado puro.
Y #12 y #13: estas noticias ni se tendrían en cuenta si no fuera precisamente por eso, por la cantidad de veces que se nos ha presentado en la TV y desde la política a estos jóvenes como el paradigma de la castidad y la rectitud. Demagogia la que hacen los nacional-beatos. Demagogia e hipocresía.