Primero hay que demostrar que realmente se ha pensado algo... no sé, lo veo cuanto menos con escepticismo. Aunque nunca se sabe. ¿Que opinión habría tenido el viejo Aristóteles del electroencefalograma o de la resonancia magnética nuclear si hubiera seguido "pensando" con el corazón que el cerebro sólo era una masa destinada a la refrigeración de los humores?
Estoy hasta los mismísimos de estos capullos nacionalcatólicos tan fanáticos como los islamistas y sus malintencionadas campañas. A nedie se le ocurre mas que a ellos confundir un "puede ser" (un montón de células en desarrollo) con un "ya está" (un recién nacido). Igual de retorcidos que los reprimidos sexuales. Tergiversadores y dementes manipuladores de mentes. Pero, claro está, hay que defender un statu quo que han mantenido durante siglos cayera quien cayese. Y siempre muy cerca de la espada y del oro, por supuesto. Ni ellos mismos son conscientes del daño que están haciendo, aunque bien que saben que el peor pecado es el escándalo.
Revolución YA
Que vengan Robespierre, Robin Hood, Bonnie y Clyde. Y si no vienen, nosotros mismos.
Tenemos lo que nos merecemos. Imaginemos un [no-comunismo + no-capitalismo]
Qué bien, más madera para los inducumentados que siguen considerando al dióxido de carbono un contaminante. En fin, tanto estudiar biología en los institutos para que nos sigan lavando el cerebro con tonterías. Aumentemos la masa vegetal viva fijadora de CO2. Dejemos de emitir otros óxidos a la atmósfera (que se lo digan a los valencianos con las fallas, con ellos no va eso, el humo de las ingentes cantidades de pólvora no es nada).
La culpa no está tanto en los que solicitan fondos sin más como en los que no se lo curran lo suficiente para rechazar de forma razonada y razonable las solicitudes esperpénticas. Se está instaurando una cultura del mínimo esfuerzo a todos los niveles.
No nos miremos tanto el ombligo, que puestos a hablar igual somos tan hijoputas como los anglosajones... El asunto es que somos humanos, y ya se sabe. El mundo es una selva, y se rige por la ley de la selva. A pesar de ser, hasta lo que sabemos, los únicos seres que miran su ombligo, que miran al cielo y se preguntan cosas trascendentes, no hemos superado la fase selvática y seguimos con leyes del talión y de la selva. Hasta que no superemos esto harán falta algo más que guillotinas.