#50 Yo detesto la violencia, pero de igual modo que hay que ser intolerante con los intolerantes, en ocasiones la violencia es justificable si es el único modo de acabar con una violencia mayor y de más duración.
Lo ideal sería cambiar la sociedad desde abajo, desde la educación de las masas. Pero esa es una batalla perdida hace tiempo, porque los mecanismos de control social del poder se han ejercido de forma tan brutal que han llegado a estar interiorizados por quién los padece. Es triste ver a mujeres machistas o a obreros que defienden al patrono o a gente que se proclama agnóstica para hacerle el juego a la iglesia. Es muy triste desarollar conciencia de esclavo. Para vivir así es mejor morir luchando.
Estamos ante una gran oportunidad para una revolución del sistema educativo. Tele-educación ya. Los profesores no pueden seguir siendo agentes propagadores de las enfermedades de un sistema corrupto. La gripe es una metáfora de las horribles manipulaciones que el poder ejerce sobre las mentes en formación. Un joven aprende mucho más en su habitación, conectado al mundo a través de la red, de forma solidaria con sus compañeros, que sometido a la manipulación política en aulas presididas por imágenes sado-masoquistas de hombres atravesados por clavos.
#51 En una sociedad colectiva todos deberíamos ser responsables de las acciones del resto de los individuos e individuas. Sólo así podríamos garantizar que el conjunto fuera realmente igualitario. Por lo tanto, si todos nos hiciéramos responsables de las acciones de nuestros congéneres estaríamos sentando las bases de una sociedad más justa.
La apatía social asegura la supervivencia del régimen de opresión del capital. Y el poder, por naturaleza, siempre está asociado a la religión y la banca, enfermedades crónicas del sistema y sus mayores herramientas de opresión.
#49 Al contrario. Conforme más oprimidos de todo el mundo van siendo conscientes de la situación de explotación a la que se han visto históricamente sometidos por parte del hombre blanco, utilizando instrumentos como la religión, la propagación de enfermedades o la manipulación del comercio (todos ellos muy relacionados entres sí), se hace más imprescindible destruir los cimientos podridos de un sistema que hace tiempo que no se sostiene.
A veces la guerra es la única forma de imponer la paz. Se ha demostrado en todos los estados en los que ha triunfado una revolución. Siempre es necesario un breve período de purificación para depurar el sistema. A continuación, cuando la gente comprende la verdad, empieza el reinado de la utopía, único sistema válido para todos los hombres y mujeres que quieres ser iguales sin mentiras ni manipulación.
#40 No. A veces hay que imponer la verdad por la fuerza, aunque resulte paradójico. Por ejemplo, tú dices que las mujeres son más prudentes que los hombres por causas fisiológicas y que los hombres son más agresivos, y que por eso sería mejor que el mundo fuera gobernado por mujeres. Pero al ser los hombres más violentos, está claro que no se dejarán arrebatar el poder acumulado por la fuerza durante miles de años. Y así, la única forma de imponer la paz y la razón será por el uso de la fuerza. Sólo hombres prudentes, razonables y en posesión de la verdad, como tú, por ejemplo, estarían capacitados para arrancar el poder de manos de los violentos y dárselo a las pacíficas mujeres, por el bien de toda la humanidad. Pero para ello sería imprescindible un breve período de violencia, el último antes del nacimiento de una nueva era de paz, en un mundo gobernado por las mujeres.
Y la prueba está en que todos los hogares en los que una mujer tiene el poder son remansos de paz y armonía.
Esta noticia es errónea. Si quieren manipular a los lectores de su periódico, es su problema, pero creo que aquí habría que hacerla desaparecer, para que nadie sea engañado.
Las uniones entre personas siempre son relaciones de poder y según quién ejerza el poder nos encontraremos ante una relación de abuso, si el poder lo ejerce la parte más fuerte y de mayor igualdad si el poder lo ejerce la parte más débil.
Lo malo es que si la parte débil abusa de su posición, entonces se convierte en la parte fuerte y la igualdad vuelve a ser desequilibrio. Esta tensión puede ser creativa o destructiva, según cómo se afronte.
La persona que escribe el artículo parece un poco idiota, la verdad. Todo ese rollo acerca de cuánto le gustaba ir a bodas y admirar los vestidos, y el hecho de que se casara con menos de un año de noviazgo, me hace pensar que el marido va a resultar mucho más feminista que ella, lo cual augura un rápido divorcio. ¿Escribirá un artículo para contarlo?