La radicalización es obligatoria con Isabelle Attard

¿Para qué sirve la Asamblea Nacional? ¿Quién tiene realmente el poder? ¿Quién hace la ley? ¿Qué pasa con las elecciones y la representación? ¿Qué es la anarquía?

Para este podcast nos reunimos con Isabelle Attard, que trabajó como diputada francesa de Los Verdes de 2012 a 2017 y autora del libro "Cómo me hice anarquista", publicado en septiembre de 2019.

"Esta discusión está organizada en dos partes, en la primera parte más bien dedicada al antiparlamentarismo, a la crítica del sistema representativo, y en la segunda parte al biocentrismo, y a la crítica de la civilización. ¿Cómo pasó Isabelle Attard de ser arqueozoóloga, directora de un museo, diputada y luego anarquista? Describe aquí cómo el poder corrompe, su trayectoria personal, sus ilusiones, sus decepciones, compromisos, mentiras, los mecanismos del poder, el mito del progreso, la deconstrucción de su visión de la democracia representativa. Dice haber agitado el aire en la Asamblea Nacional con su grupo parlamentario para muy poco resultado en una situación de urgencia ecológica donde la civilización industrial y el patriarcado hacen que la destrucción de la vida sea "verde". Según Isabelle, la falta de radicalidad y de feminismo en el movimiento verde es penosa.

La anarquía nos permite cuestionar todas las formas de dominación y encontrar el lugar adecuado para la especie humana dentro de la comunidad de seres vivos. Hoy en día, el radicalismo es obligatorio porque, de lo contrario, nunca podremos evolucionar en una dirección positiva. Este cuestionamiento filosófico y político es hermoso y, sin duda, es nuestra única fuente de esperanza.

El antiparlamentarismo de los anarquistas

Esta crítica fue preparada en parte gracias a un artículo de Vivient Bouhey (L'antiparlementarisme des anarchistes au moment de l'affaire de Panama)

Demasiado a menudo asociado a la extrema derecha, al boulangisme, al monárquico, en definitiva al basurero de la historia, el antiparlamentarismo es sin embargo una tradición de la izquierda, la de Bakunin y Louise Michel, la izquierda de la izquierda, anarquista, libertaria.

Estamos acostumbrados a escuchar el siguiente discurso sobre las instituciones de la República: La corrupción lo ha gangrenado todo, la República está entrando en un crepúsculo por la promiscuidad de sus élites, el Estado ha sido robado por un equipo de sinvergüenzas, bla, bla, bla, ya paro, es imposible escuchar tanta tontería.

Como dice el Comité Invisible en el libro Maintenant: "El 80% de los franceses puede decir que ya no espera nada de los políticos, pero sigue siendo el 80% el que confía en el Estado y sus instituciones. [...] El fracaso aparente de las instituciones es a menudo su verdadera función. [...] La noción de indigencia es necesaria para liberar la imaginación revolucionaria de todas las viejas fantasías constitutivas que la obstaculizan, de toda la herencia engañosa de la Revolución Francesa.

Hace dos siglos, en 1789, el abate Siéyes, diputado del Tercer Estado, declaraba: "Los ciudadanos que se nombran representantes renuncian y deben renunciar a hacer ellos mismos la ley; no tienen ninguna voluntad particular de imponer. Si dictaran las voluntades, Francia dejaría de ser un Estado representativo; sería un Estado democrático. El pueblo, repito, en un país que no es una democracia (y Francia no puede serlo), el pueblo sólo puede hablar, sólo puede actuar a través de sus representantes.

En 1893 (hace más de cien años) estalló el escándalo de Panamá, un caso de corrupción en el que estaban implicados varios políticos e industriales. La corrupción no es algo nuevo. Cuando un capitalista ofrece dinero a un partido político para obtener decisiones que le interesan, puedes llamarlo corrupción, pero también puedes llamarlo lobby, la República de los Lobbies, la democracia burguesa.

Ya en esa época, los anarquistas formularon una crítica al parlamentarismo, al gobierno representativo en tres ejes. Esta crítica sigue siendo relevante hoy en día, y aquí están los puntos principales

PRIMER EJE: CRÍTICA AL SUFRAGIO UNIVERSAL

El sufragio universal es la base del régimen parlamentario, pero lejos de ser una herramienta de emancipación, es en realidad un gran engaño. El engaño es el mismo cada cinco años para el votante, que es alienado de al menos tres maneras diferentes

1. El candidato del votante no es elegido. Así que durante 5 años este votante no está representado y sufre la voluntad de otros.

2. El candidato es elegido pero no forma parte de la mayoría. No puede representar los intereses de los votantes. Así, la mayoría, es decir, la clase dirigente, impone su voluntad a las minorías durante 5 años. Para los anarquistas que afirman que el grupo minoritario tiene los mismos derechos que el grupo mayoritario, esto es un escándalo.

3. Y por último, en el caso de que el candidato traicione sus promesas electorales. Pero como el mandato imperativo es nulo en la república, las promesas de los candidatos comprometen a quienes creen en ellas, pero no a los representantes elegidos.

SEGUNDO EJE: CRÍTICA AL SISTEMA REPRESENTATIVO

Hay cuatro críticas al sistema representativo:

1. 1. Los diputados no son competentes en todos los temas, donde sería necesaria la participación directa y local de todas las inteligencias. Y como el poder corrompe y la tentación es grande, esta posición en la que sólo unos pocos manejan los asuntos públicos es propicia para la deshonestidad. Así, el sistema representativo no permite una buena gobernanza.

2. Se mantiene al votante en una actitud de sumisión que no le hace responsable, al elegir finalmente no vota, de hecho se abstiene, y descarga en un señor. Si los anarquistas no quieren elegir diputados es porque no quieren abstenerse sino ocuparse de sus propios asuntos.

3. El sistema representativo aleja al votante del poder y ahoga las demandas de las minorías en la aislante cámara del parlamento. Este distanciamiento del poder ha sido creado deliberadamente por la burguesía, que desconfía del pueblo que explota (y con razón). En cambio, queremos recuperar el poder sobre nuestras propias vidas, sobre nuestras libertades.

4. En una sociedad de clases, de varias jerarquías entrelazadas, el régimen parlamentario favorece a la clase dominante. En primer lugar, por el cálculo de circunscripciones, en segundo lugar, por el Senado, una fuerza conservadora siempre en manos de los poderosos. Y, por último, porque históricamente el sistema parlamentario nació de un compromiso entre monárquicos y republicanos y se mantiene un gran número de procedimientos monárquicos.

En resumen, se supone que los representantes elegidos representan el interés general, pero en una sociedad de clases, el "interés general" se confunde siempre con el de la clase dominante, del capital. Así que los elegidos representan a la clase dominante, y el sufragio universal sirve para crear la ilusión de legitimidad para el tirano (elegido).

TERCER EJE: LA CRÍTICA DE LOS PARLAMENTARIOS

¿Quiénes son para las masas explotadas? La mayoría son representantes de la clase explotadora, o de la clase dominante. E incluso si se eligen candidatos honestos y cercanos al pueblo, éstos acaban distanciándose de ellos porque el poder corrompe, y pensarán en su propia posición más que en los asuntos públicos.

Ser elegido es estar investido de una misión, y muy rápidamente uno se imagina que es talentoso, brillante, superior, y la idea de imponer su voluntad a los demás se vuelve cada vez más aceptable. Las leyes escritas serán en beneficio de uno, ayudarán a consolidar su posición, su carrera. Estas mismas leyes sólo pretenden regularizar la injusticia, asegurar la dominación del fuerte sobre el débil, en el mejor de los casos para evitarla, nunca para anularla. Y al final, el candidato elegido es el que más promete".

★ Fuentes: 

ALEXANDER Samuel, Entropia, la vida más allá de la civilización industrial, Éditions Libre & Solidaire 2017.

BAKUNIN Michel, Dieu et l'État, Éditions Mille et une nuits 2000

BOOKCHIN Murray, Poder para destruir, poder para crear. Hacia una ecología social y libertaria, Éditions L'échapée 2019

BOUHET Vivient, L'antiparlementarisme des anarchistes au moment de l'affaire de Panama. 

BROWN Jordan, olvida las duchas cortas 

BRUNEL Camille, La guérilla des animaux, Alma Éditeur 2018

COMITÉ INVISIBLE, Maintenant, Édition La Fabrique 2017

KROPOTKINE Pierre-Alexandre, L'entraide, un facteur de l'évolution, Éditions Ecosociete 2005

MALATESTA Errico, Anarquía, Éditions Lux 2018

MC BAY Aric, resistencia de espectro completo, prensa de siete historias 2019

QUINN Daniel, Ismael, L'homme une fois disparu, y aura-il un espoir pour le gorille? Éditions Libre 2018

ZERZAN John, Las fuentes de la alienación, Éditions L'insomniaque 1999

FUENTE: Floraisons - medios de comunicación autónomos, autogestionados por los aprendices

Traducido por Jorge Joya

Original:www.socialisme-libertaire.fr/2020/07/la-radicalite-est-obligatoire.htm