P: ¿Por qué decidiste editar este libro, y cómo esperas que contribuya a la comprensión de Kropotkin, su obra, y nuestra comprensión de la historia anarquista?
Iain McKay: Cuando estaba trabajando en el volumen 2 de An Anarchist FAQ, me tomé el tiempo de leer las Memorias de Kropotkin y pensé que las discusiones más políticas dentro de ellas deberían ser mejor conocidas. Además, el libro de Caroline Cahm Peter Kropotkin and the Rise of Revolutionary Anarchism, 1872-1886 mostró que había importantes trabajos de Kropotkin sobre el movimiento obrero a principios de la década de 1880 que deberían estar disponibles para el mundo angloparlante, especialmente teniendo en cuenta el mito demasiado común (¡tan querido por los marxistas!) de que Kropotkin rechazaba la lucha de clases en favor de algún tipo de cooperación interclasista.
Así que pensé que sería bueno recopilar estas obras y otras similares en un volumen, centrado en sus puntos de vista sobre el movimiento obrero, pero incluyendo sus opiniones sobre el anarquismo y la revolución social. Me sentí reivindicado cuando leí un artículo de Kropotkin en Freedom en el que se quejaba de que sus opiniones sobre el movimiento obrero habían sido tergiversadas y que a menudo pensaba en producir un volumen de sus escritos periodísticos para refutar tales afirmaciones. Lamentablemente, nunca lo hizo y siguió siendo objeto de tales tergiversaciones, sobre todo por parte de los marxistas.
Otro aspecto importante que aborda el libro es la visión de Kropotkin sobre la revolución y destaca algo que parece pasarse por alto a menudo, a saber, que reconocía que la revolución social estaba marcada por el desbarajuste económico y se enfrentaba a numerosas dificultades (entre otras, que había que defenderla). Aunque a menudo se le pinta como optimista respecto a la facilidad de la transformación social, lo cierto es lo contrario.
Debería enriquecer nuestra comprensión de la historia anarquista mostrando que la noción de que los anarquistas se volvieron al sindicalismo en la década de 1890 o que el sindicalismo y el anarquismo son cosas diferentes simplemente no es cierta. El apoyo anarquista a las tácticas sindicalistas surgió en la Primera Internacional y fueron defendidas por Bakunin. Kropotkin se situó en esta tradición y argumentó repetidamente la necesidad de que los anarquistas apoyaran movimientos populares como el sindicalismo y los revolucionaran desde dentro.
Así pues, es de esperar que se confirme lo que debería ser obvio a partir de una lectura detenida de las obras disponibles anteriormente, a saber, que Kropotkin era un revolucionario comprometido que abrazaba la lucha de clases como medio para crear el anarquismo y que tenía una visión práctica y realista del cambio social y la revolución. ¡No para él la noción de revoluciones "de un día" que aparecen como por arte de magia!
P: ¿A quién pretende llegar con este libro? ¿Qué conocimientos únicos de Kropotkin espera que se lleven los lectores?
IM: En primer lugar, a los anarquistas. Porque las cuestiones que planteó Kropotkin siguen siendo relevantes hoy en día, sobre todo porque los marxistas tienden a repetir las mismas tonterías de siempre sobre el anarquismo y Kropotkin. Así que, en segundo lugar, intento llegar a otros radicales y mostrarles que el pensamiento anarquista merece ser investigado, que las caricaturas que leemos por parte de los opositores al anarquismo son precisamente eso. Y, finalmente, a los que escriben sobre el anarquismo (académicos o no). Tal vez con esta antología y la mía sobre Proudhon (¡La propiedad es un robo!) se detengan algunos de los malentendidos y tergiversaciones más comunes sobre el anarquismo y su historia. Sin embargo, ¡no voy a aguantar la respiración!
En cuanto a los entendimientos únicos, bueno, espero que los lectores se hagan una mejor idea de la amplitud y profundidad de las ideas de Kropotkin y sus contribuciones al anarquismo. Había una razón por la que era tan respetado dentro del movimiento, sobre todo por su capacidad para explicar bien las ideas anarquistas básicas con palabras sencillas y comprensibles. Así que espero que los lectores se hagan una mejor idea de lo que representa el anarquismo, de dónde viene, cómo se desarrolló y dónde repitió Kropotkin ideas anteriores y dónde contribuyó a nuevos desarrollos.
P: ¿Cuál fue el aspecto más difícil de elaborar un libro como éste? ¿Qué fue lo más gratificante?
IM: El aspecto más difícil fue la búsqueda de los textos rusos que se acaban de traducir en Acción directa contra el capital. Basta con decir que se haría un libro importante si alguien se tomara el tiempo de cotejar y traducir todos los artículos y panfletos que Kropotkin escribió para influir en el incipiente movimiento libertario ruso antes de 1914. Otro reto fue tratar de limitar los artículos y panfletos a incluir - ¡Kropotkin era tan buen escritor que la tentación era naturalmente pensar que podía haber espacio para uno más! Sin embargo, tuvo que prevalecer el sentido común y se trató de equilibrar lo que era importante y ya estaba disponible en otras obras y el material recogido en forma de libro por primera vez.
En cuanto a lo más gratificante, bueno, no hay nada como leer la traducción de un artículo que crees importante y descubrir que tenías razón.
P: ¿Qué quiere que los lectores se lleven de este libro? ¿Cuáles son las lecciones y relatos esenciales?
IM: Básicamente, que Kropotkin era un revolucionario realista que veía de frente las dificultades a las que se enfrentaban los anarquistas tanto en la lucha de clases actual como en cualquier revolución social futura. Esto contrasta con la imagen demasiado común que se tiene de él como el gentil príncipe de la cooperación que veía el mundo a través de unas gafas de color rosa. No lo era: era un anarquista revolucionario comprometido con la lucha de clases, como confirma este libro.
Las lecciones esenciales son dos. En primer lugar, que los anarquistas deben, como Kropotkin, utilizar el método científico: observar el mundo, analizarlo y sacar conclusiones. En segundo lugar, como Kropotkin siempre subrayó, los anarquistas necesitan tomar parte activa en las luchas y movimientos populares, principalmente, pero no exclusivamente, en el movimiento obrero. Si no lo hacemos, no estaremos en condiciones de desarrollar el movimiento anarquista, la teoría libertaria ni de ver una revolución social exitosa.
Kropotkin argumentó esto en la década de 1870 en el movimiento populista ruso, en las décadas de 1880 y 1890 en el movimiento anarquista francés y, de nuevo, en la década de 1900 a los anarquistas rusos. Tenía razón y espero que este libro demuestre por qué fue así.
Traducido por Jorge Joya
Original: akpressdistro.tumblr.com/post/78010689488/editor-q-a-with-iain-mckay-o