Naranjas de discordia: cómo la lucha por el control de la cosecha y exportación de cítricos disminuyó la unidad antifascista en españa en 1936-1937
Resumen:
Este artículo está dedicado a uno de los aspectos mal estudiados de la guerra civil y la revolución en España de 1936-1939. A pesar de los ochenta años transcurridos desde el final de esa guerra, siguen existiendo muchos temas mal estudiadas en su historia, y muchos temas continúan causando un acalorado debate, incluso entre personas que estudian profesionalmente la Guerra Civil española. Una de esas historias es la de la lucha por el control de la recolección y exportación de cítricos entre las distintas fuerzas políticas del campo republicano. En este caso, se trata de un examen integral del conflicto, que incluye tanto la confrontación a nivel de grandes políticas como los enfrentamientos armados, que dieron lugar a un gran número de víctimas y detenidos, y de muchas maneras anticipó la crisis política de mayo de 1937, que dio lugar a graves cambios en la vida sociopolítica de la República Española. Sin embargo, algunos detalles de este conflicto solo pueden aclararse gracias al trabajo con el material de los archivos rusos.
Palabras claves:
Revolución social, Anarcosindicalistas, Socialistas, Comunistas, Naranjas, Exportación.
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Inmediatamente después del estallido de la Guerra Civil, comenzaron a desarrollarse procesos revolucionarios en aquellos territorios que estaban controlados por el gobierno republicano. Estos procesos abarcaban tanto a los trabajadores urbanos como a los rurales. Los colectivos comenzaron a surgir por doquier.
Al mismo tiempo, aunque el principal motor de la acelerada revolución social fueron los anarcosindicalistas de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y de la Federación Anarquista Ibérica (FAI), como señalan autores como Aurora Bosch Sánchez y Robert Alexander, los anarquistas de Levante no tenían un control real sobre los procesos que se desarrollaban, y al mismo tiempo procedían de forma diferente en todas partes, con distintos grados de éxito.35
Como en otros ámbitos de actividad, la colectivización se aplicó a la recolección y exportación de cítricos.ialmente, los anarquistas asumieron que la exportación de cítricos de Levante sería realizada por la Federación Regional de Campesinos de Levante (FRCL). Para ello, la Federación creó una estructura conocida como FERECALE, un acrónimo formado por las dos letras iniciales de los sustantivos del nombre español de la Federación. Se preveía que este acrónimo facilitaría la promoción de los productos cítricos de los colectivos agrarios en el mercado internacional.
Algo más tarde, se creó el Consejo Unificado Levantino de Exportación Agrícola (CLUEA), organizado por los sindicatos anarcosindicalistas (CNT) y socialistas (UGT), para "Organizar las exportaciones y evitar la contrarrevolución".36 Este Consejo se dedicó activamente a la exportación de los productos más importantes de la región ─ las naranjas, así como otros cítricos, que se consideraban una de las bases más importantes de la economía de la República, siendo la principal mercancía de exportación. En general, el CLUEA representaba entre el 51 y el 70% de la exportación de naranjas.37
Desde su creación, el 7 de octubre de 1936, la labor de este Consejo fue constantemente atacada por el gobierno republicano, que esencialmente saboteó su trabajo.38 Los comunistas acusaron a los anarcosindicalistas de robar a los campesinos, llevándose por la fuerza su cosecha de naranjas para venderlas en beneficio propio.39
En cuanto a las acusaciones sobre la ineficacia de la política de exportación de los anarquistas, eran en gran parte infundadas, ya que la disminución de los ingresos por exportación no se debía a la actuación de los libertarios, sino al hecho de que antes de la guerra Alemania, ahora hostil a la República, representaba el 40% de las exportaciones de naranjas españolas.40 Además, con el estallido de la guerra, se hizo más difícil entregar naranjas a países como Francia y el Reino Unido, además de que había una creciente competencia de los países exportadores de naranjas de América del Norte y del Sur, así como de Palestina.
Esto se superpuso a los problemas económicos causados por la Gran Depresión, y llevó a que durante 1931-1935, los ingresos de España por la exportación de naranjas se redujeran a la mitad, representando, sin embargo, el 11,07% del valor total de las exportaciones españolas.41
Todo esto, por supuesto, no significa que no hubiera problemas internos en el CLUEA. Sin embargo, no estaban relacionados con las acciones de los anarquistas, sino con una disminución general de la calidad de la organización del trabajo a nivel local42.
Al mismo tiempo, según el investigador francés Frank Mintz, a pesar de todas las dificultades que encontró el CLUEA, llevó a cabo la campaña de exportación de 1936-1937, así como la parte de 1937-1938, con bastante éxito43.
En sus periódicos, los anarquistas del exterior instaron a sus lectores a comprar las naranjas exportadas desde Valencia para ayudar a la economía republicana, y también publicaron información de los propios anarquistas valencianos sobre los planes de exportación.44
La esencia del conflicto en la República en torno al CLUEA radicaba en varios planos: el económico y el de la política interior y exterior. El factor de la política exterior era particularmente agudo: el gobierno de Valencia necesitaba tomar el control total de la exportación de cítricos, sobre todo en interés del comercio con la Unión Soviética, que suministraba armas.
Así, por ejemplo, en una nota secreta de Rosengolz a Stalin y Molotov del 22 de noviembre de 1936, se decía que la cuestión de las exportaciones de naranjas, limones y almendras de las regiones del sur de España "tiene una gran importancia política".45
Los documentos del Archivo Estatal de la Federación Rusa, relativos a finales de 1937, proporcionan una historia más completa de la importancia de las exportaciones de cítricos.
Cuando, a finales de 1937, se discutió en la Unión Soviética la cuestión de las compras de cítricos para el cuarto trimestre, la situación en torno a los cítricos importados, y en primer lugar las naranjas, se consideró desde el ángulo de su "gran importancia comercial y política". Sin embargo, se subrayó que el comercio con la Unión Soviética tenía una importancia moral primordial para el gobierno de la República, ya que ayudaba a "reforzar sus posiciones en los mercados de otros países" en condiciones en las que estos países intentaban manipular la política de precios, aprovechando la difícil situación de los republicanos. Para la parte soviética, también era importante que si la URSS no compraba "suficientes naranjas", entonces era posible perder el plomo español, que "puede encontrar su camino hacia los países más indeseables para nosotros", y la República al mismo tiempo "puede transferir una gran parte de la compra de mercancías (grano, algodón, fertilizantes, etc.) a otros países".46
Por supuesto, en la primavera de 1937, la situación política en la España republicana era diferente. Sin embargo, estos datos reflejan el trasfondo político y económico del conflicto provocado por el hecho mismo de la formación de la CLUEA, y antes de la FERECALE.
Y el enfrentamiento en Valencia fue tanto más importante cuanto que el equilibrio de fuerzas políticas en el campo republicano dependía del vencedor en el conflicto en torno a los colectivos del CLUEA y de la exportación de cítricos. La victoria del gobierno en este enfrentamiento significaría fortalecerse no sólo a sí mismo, sino también a los comunistas, mientras que la victoria de los colectivos reforzaría la posición de los partidarios de la "revolución social", el ala radical del movimiento anarcosindicalista, y daría un golpe a la posición de los "ministros anarquistas".
Los sucesos de Vinalesa y el "Frente de Gandía"
A principios de 1937, se produjeron varios conflictos en Levante entre los partidarios y los opositores a la colectivización. Los enfrentamientos tuvieron lugar en las localidades de Cullera y Carcagente47.
El 8 de marzo estallaron los enfrentamientos en la zona de Vinalesa, que tenía una población de unos 2.200 habitantes. Todo comenzó con un ataque a los centros de trabajo locales de las unidades de la Guardia de Asalto.48 Según una versión, el motivo fue un pequeño incidente en un baile, utilizado como excusa por las autoridades para una operación policial a gran escala.49
Según otra versión, los enfrentamientos fueron provocados por el decreto sobre el control gubernamental de todas las exportaciones extranjeras, firmado por el Ministro de Comercio, el miembro de la CNT Juan López.50
En realidad, el inicio del conflicto abierto fue provocado por una política llevada a cabo por el Vicente Uribe, Ministro de Agricultura del gobierno del socialista de izquierdas Largo Caballero y miembro del PCE, que privó de crédito a las colectividades del CLUEA. La actuación del ministro provocó un fuerte aumento del descontento entre los campesinos, en respuesta al cual se lanzaron unidades policiales contra ellos. En definitiva, según Bosch Sánchez, "el impacto de este conflicto en la economía republicana, y en particular en la valenciana, fue enorme".51
Hay que señalar que, en un principio, estos acontecimientos, aunque se consideraron extremadamente desagradables y peligrosos, no se percibieron como de gran importancia fundamental. Así se manifestó en el Pleno Campesino de la CNT-Levante del 15 de marzo.52
Mientras tanto, en respuesta a las acciones de las fuerzas gubernamentales, los milicianos anarquistas de la "Columna de Hierro" y de la columna "CNT", que estaban operando cerca de Teruel, acudieron a ayudar a los colectivos campesinos. Por su parte, el gobierno envió guardias de asalto y vehículos blindados contra los campesinos.
Como resultado de los combates, murieron hasta varios cientos de personas. Según los datos oficiales de la CNT, citados por Frank Mintz, murieron cuatro miembros de la Confederación Nacional y 11 "guardianes del orden".53
Además, en uno de los informes soviéticos se decía que al menos 250 "rebeldes" y 12 guardias de asalto murieron, y otros 10 - 15 de estos últimos resultaron heridos como resultado de los combates en el Levante. También se informó de la captura de 125 "prisioneros" y de la obtención de importantes "trofeos": cientos de fusiles, decenas de cajas con granadas de mano, ametralladoras y dinamita.54 En otro documento se citan cifras menores: "El levantamiento de marzo de los anarquistas cerca de Valencia fue reprimido por carros blindados. Murieron setenta y cinco personas, fueron capturadas 150 personas y se capturaron muchas armas, ametralladoras y granadas".55
Según Abel Paz, la mayoría de los "prisioneros" (92 personas) eran combatientes de la "Columna de Hierro". Al mismo tiempo, no nombra el número concreto de víctimas de los hechos descritos, aunque escribe que "hubo muchos muertos y heridos". Por su parte, Miguel Amorós también habla de 92 detenidos de la "Columna de Hierro", estimando en 200 el número total de personas detenidas. También menciona los mismos datos sobre el número de muertos que F. Mintz, asignando, sin embargo, los cuatro primeros no a la CNT, sino a los campesinos56.
El número del periódico anarquista valenciano Nosotros del 2 de abril de 1937 aparecía con el titular en portada: "Comienza la ofensiva contra nosotros. ¡Unidad, compañeros! Unidad, anarquistas!"57
En el Pleno del 12 de abril de los grupos anarquistas locales en Barcelona, el representante del Grupo de Defensa de la Confederación Acracia dijo que incluso había una orden de fusilar a los anarquistas capturados, estimados en 150 personas, sin embargo, fue posible salvarlos de daños.58
Los acontecimientos abarcaron varios asentamientos. En pocas semanas, incluyeron los pueblos de Alfara, Gandía, Moncada y otros lugares. Los anarquistas declararon la formación del "Frente de Gandia" (Jativa, Carcagente, Gandia y Sueca) y del "Frente de Vinalesa" (Catarroja, Liria, Moncada, Paterna y Burriana).59
Los periódicos de los comunistas e incluso de los socialistas de izquierda vieron en el suceso las "Intrigas de la Quinta Columna". En concreto, así se escribió en el número del 13 de abril del socialista Adelante.60
Tras la intervención del ministro de Justicia de la CNT, García Oliver, y del ministro socialista Ángel Galarzsa (de la facción de izquierdas del PSOE), el conflicto quedó más o menos zanjado, y la mayoría de los dirigentes campesinos detenidos fueron puestos en libertad61.
Así, el conflicto por el control de la recolección y exportación de cítricos desembocó en la primavera de 1937 en graves enfrentamientos dentro del bando republicano en el territorio de Levante. Sin embargo, en ese momento el conflicto se resolvió antes de que pudiera provocar una grave crisis en el bando republicano. Al mismo tiempo, estos sucesos demostraron lo fuertes que eran las contradicciones existentes, que pronto desembocaron en sangrientos enfrentamientos en Cataluña y Aragón, cuyo punto central fue Barcelona.
Según la investigadora española Aurora Bosch Sánchez, en la primavera de 1937 los ataques de los guardias de asalto contra los colectivos agrícolas y los sindicatos de la CNT se hicieron sistemáticos, extendiéndose por toda la Comunidad Valenciana.62 Así, en concreto, en abril de 1937, un colectivo campesino que se desarrollaba con éxito en Santa Magdalena de Pulpis fue destrozado por la guardia nacional, que fue enviada por las autoridades de la región.63
En total, según algunos informes, entre la primavera de 1937 y finales de 1938, hubo al menos 42 casos de ataques a colectivos por parte de autoridades republicanas y unidades del ejército bajo el mando de los comunistas sólo en la región de Valencia.64
En cuanto al control de la recolección y la exportación de cítricos, continuó la lucha entre los comunistas y el Gobierno contra el CLUEA.
Mientras tanto, el Consejo, consciente de sus propias carencias, trataba de hacer frente a sus consecuencias negativas. Así, en la preparación de la temporada de exportación de 1937-1938, se planificó poner fin a la competencia entre las sucursales locales del CLUEA, y estandarizar el empaquetado de las naranjas y las prácticas de transporte, así como realizar mejoras en el control de calidad de la mercancía exportada.65
Los planes, sin embargo, no pudieron llevarse a cabo. El 6 de septiembre de 1937, por decisión del Gobierno de Juan Negrín,
en lugar de que el CLUEA fuera controlado por los sindicatos de CNT y UGT, se creó una nueva estructura, el Centro de Exportación de Cítricos, que estaba bajo el control total del Ministerio de Hacienda de la República y del Partido Comunista. Al mismo tiempo, sin embargo, la FRCL y la Federación de Trabajadores Agrícolas de la UGT "siguieron trabajando como una entidad exportadora más en el marco de la estructura estatal".66
Como señala a este respecto el historiador español Julián Casanova "Este fue el fin del control obrero de las exportaciones de naranjas y el principio del fin del control sindical de la agricultura valenciana "67.
Notas:
* Fedorov Andrey Yuryevich – archaeologist specialist, “Metropolitan Archaeological Bureau” Ltd., Russian Federation, Moscow, fedorovan36@gmail.com
35 Alexander R.J., The Anarchists in the Spanish Civil War, (2 vol.), v.1, London, Janus Publishing Company Ltd., 1999, 395.
36 Peirats J., The CNT in the Spanish Revolution, (3 vol.), v.2, Hastings, ChristieBooks.com, 2005, 48.
37 Alexander, op. cit., 412; Leval G., Colectividades libertarias en España., Madrid, Aguilera, 1977, 189. 38 Nosotros,Valencia,13.04.1937, No50, 1.
39 Komintern i grazhdanskaya voyna v Ispanii. Dokumenty, M., Nauka, 2001, 188.
40 Spanish Revolution, New York, 07.05.1937, No.17, 2.
41 Alexander, op. cit., 412.
42 About the problems faced by the organization of the work of CLUEA at the local level, see: Alexander, op. cit., 411-412.
43 Mintz F., Autogestion y anarcosindicalismo en la España revolucionaria, Buenos Aires, Libros de Anarres, 2008, 212.
44 Spain and the World, London, 11.12.1936, No1, 3; L’Espagne Antifasciste, Paris, 18.11.1936, No21, 4.
45 SSSR i grazhdanskaya voyna v Ispanii: 1936-1939, M., Arkhiv Prezidenta Rossiyskoy Federatsii, 2013, 143.
46 Gosudarstvennyy arkhiv Rossiyskoy Federatsii (GARF). F. R-5446. Op.11. D.802. L.15-13.
47 Bosch Sánchez A., “Guerra y revolución social, guerra y economía”, BiFa setanta anys: La Guerra Civil al País Valencià (1936-1939), blValència, Universitat de València, 2011, 74; Mintz, io op. cit., 99.
48 Andino C., “8 de marzo: En esta fecha”, CeNiT, Toulouse, 08.03.1994, No529, 12.
49 Lorenzo C.M., Los Anarquistas españoles y el poder: 1868‒1969g, París, Ruedo Ibérico, 1972, 210.
50 Peirats, raop. cit., 49.
51 Bosch Sánchez, fop. cit., 73-74.
52 Paeymirán N., “Actas del Pleno campesino de la CNT – Levante [Valencia a 15 de marzo de 1937]”, Supplement au numero 224 de CENIT, Toulouse, enero a junio de 1978, 6384.
53 Mintz, op. cit., 72.
54 Rossiyskiy gosudarstvennyy voyennyy arkhiv (hereinafter: RGVA). F. 35082. Op.1. D.73. L.162-160. 55 RGVA. F. 35082. Op.1. D.74. L.3.a:
56 Amorós M., José Pellicer. El anarquista íntegro. Vida y obra del fundador de la heroica Columna de Hierro, 57Barcelona, Virus, 2009, 241; Paz A., Crónica de la Columna de Hierro , Barcelona, Virus, 2001, 162-163
57 Nosotros, 02.04.1937, No41, 1.
58 Guillamón Iborra A., La guerra del pan: Hambre y violencia en la Barcelona Revolucionaria. De diciembre de 1936 a mayo de 1937x, Barcelona, Dskontrol - Aldarull, 2014, 430-431.
59 The Anarchist Collectives. Worker’s Self-Management in the Spanish Revolution 1936-1939, Montreal, Black Rose Books, 1974, 46.
60 Adelante, Valencia, 13.03.1937, No35, 2.
61 Alexander, op. cit., 231; Paz, op. cit, 161-162.
62 Bosch Sánchez, op. cit., a74.
63 Amela B. “Colectividades agrícolas en la Región de Levante”, C.N.T.-AIT 2nd, Paris, 27.11.1949, No242, 1.er R.J.,
64 Alexander, op. cit., 424.
65 Ibid, 413-414.
66 Ibid, 414.
67 Casanova J., Anarchism, the Republic and Civil War in Spain 1931–1939, London; New York, 2005, 133.
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Traducido por Jorge Joya
Original: libcom.org/history/fedorov-ay-oranges-discord-how-struggle-control-cit