En los últimos meses hemos visto cómo la represión estatal contra el antifascismo militante y los activistas resistentes se ha intensificado en toda Alemania. El pasado verano estuvo marcado por varios juicios contra activistas y estructuras de izquierda o anarquistas.
En Nuremberg, el juicio de nuestro compañero anarquista Jan, acusado de gritar a un policía, llegó a su fin. Ahora será encarcelado durante 14 meses. En Sajonia se abrió el juicio de la antifascista Lina, a la que el fiscal acusa de ser la jefa de un grupo que realizó atentados contra cuadros neonazis en los alrededores de Leipzig. Y más recientemente, el juicio de los dos antifascistas de Stuttgart Jo y Dy llegó a su fin. Van a ser condenados a unos 4,5 y 5,5 años de cárcel respectivamente por su presunta implicación en un altercado con activistas del pseudosindicato fascista "Zentrum Automobil". Ya en verano, Findus, otro antifascista de Stuttgart, empezó a cumplir una condena de varios años de prisión. A unos cientos de kilómetros al norte, Ella también está entre rejas, condenada por su resistencia a la tala del bosque de Dannenröder. No debemos olvidar la constante represión contra el movimiento por la libertad kurda.
Toda esta ola de represión no es casualidad. Coincide con el endurecimiento suprarregional de las leyes policiales y de reunión en los últimos años. El Estado tiene en el punto de mira a los movimientos de resistencia e intenta acabar con ellos en su conjunto con leyes represivas, arbitrariedades policiales y largas condenas de prisión para activistas individuales. Hay que disuadir a la gente de resistirse a su opresión. El Estado quiere romper las estructuras que apoyan la resistencia. La razón es clara. Las contradicciones del sistema capitalista son cada vez peores. El giro a la derecha, el aislamiento del mundo exterior, la crisis climática, las guerras y el empobrecimiento demuestran que este sistema no tiene ningún futuro que ofrecer a la clase asalariada. Para que no se defiendan, hay que cortar de raíz la resistencia ya existente.
¡Esto es exactamente lo que no debemos permitir! Cuando el Estado ataca a los individuos, debemos permanecer unidos y contraatacar. Por lo tanto, declaramos nuestra solidaridad con los activistas políticos que están actualmente en prisión o que siguen siendo juzgados. Tu lucha es también la nuestra y no te dejaremos solo.
¡Por la construcción de un movimiento revolucionario! ¡Libertad para todos los presos políticos! ¡Abajo todas las cárceles!
Mañana habrá una manifestación de solidaridad para los compañeros Jo y Dy en Stuttgart. Únase a ellos y demuestre su solidaridad.
Traducido por Joya
Original: www.dieplattform.org/2021/10/22/zusammenstehen-gegen-ihre-klassenjusti