Jaime Rebelo y el anarquismo ibérico

Recientemente, un librero de A Coruña se puso en contacto conmigo para ofrecerme un calendario de 1937 con imágenes de combatientes anarquistas portugueses, muertos en la guerra civil española. Es un tema poco conocido en España, que no ha recibido la atención que merece. La historia del anarquismo portugués está estrechamente ligada a la historia del anarquismo español desde sus orígenes. Desde el inicio del movimiento obrero, las relaciones entre los anarquistas portugueses y españoles fueron muy estrechas.

Sabemos que delegados de la Unión Nacional de Trabajadores (UON) participaron en el primer Congreso Mundial contra la Guerra, más conocido como Congreso de la Paz, que se celebró en 1915 en O Ferrol (Galicia) en el Ateneo Sindicalista. Este congreso se celebró en plena Primera Guerra Mundial y en medio de la batalla que en la opinión pública española se libraba entre germanófilos y aliados. El congreso de Ferrol se celebró de forma clandestina, lastrado por una orden oficial de suspensión del evento y rodeado de policía y guardia civil. La expectación fue máxima cuando en la noche del 29 de abril de 1915, los delegados portugueses Manuel Joaquim de Sousa, António Alves Pereira, Serafim Cardoso Lucena, Ernesto Cardoso y Aurélio Quintanilha, llegaron al Ateneo Sindicalista de A Coruña. Allí confraternizaron con los españoles hasta las tres de la madrugada, según el periódico Tierra y Libertad. Durante la segunda sesión del congreso, la policía irrumpió en el hotel donde se alojaban los delegados portugueses y otros extranjeros y los deportó del territorio español(ii. En opinión de Mari Cruz Santos, este Congreso de la Paz celebrado en O Ferrol "recibió poca atención, probablemente por las condiciones de clandestinidad en las que se desarrolló y la falta de fuentes. El Congreso debería haber sido un Zimmerwald ibérico "iii). En resumen, la reunión de Ferrol de 1915 puede considerarse como el primer intento de crear una organización conjunta que reuniera a portugueses y españoles, antecedente directo de la Federación Anarquista Ibérica (FAI). Los objetivos planteados en el congreso eran acabar con la guerra, reestructurar la CNT, fundar una Internacional anarquista y promover las relaciones del proletariado peninsular. La sede del comité peninsular se instaló en Lisboa(iv.

Cartel de la Federación Anarquista Ibérica (FAI).

El deseo de coordinación entre los grupos anarquistas de la Península Ibérica llevó a la celebración de varios congresos en condiciones de clandestinidad en la década de 1920. La aparición en la Península Ibérica de las dictaduras de Primo de Rivera en 1923 en España y de la dictadura militar en 1926 en Portugal dio lugar a un largo periodo de persecución del movimiento anarquista en ambos países. En 1924, la CNT fue ilegalizada en España y la CGT corrió la misma suerte en Portugal en 1927. A pesar de las dificultades, los lazos entre los anarquistas ibéricos no se rompieron. El 25 de julio de 1927 nació la FAI en una playa de Valencia. La conferencia se abrió con un saludo a los compañeros lusos y vieneses que murieron por la libertad y a los compañeros Sacco y Vanzetti, recientemente ejecutados en Estados Unidos(v. La organización adoptó un modelo federalista, con una base compuesta por grupos estructurados en federaciones locales y regionales, por encima de las cuales estaba el Comité Peninsular. Los grupos portugueses se integraron en esta estructura formando la llamada Regional Portuguesa(vi. Desde el principio se determinó que el Comité Peninsular no tendría una ubicación fija, sino que se desplazaría periódicamente entre Portugal, España y Francia. La primera sede fue en Portugal -aunque finalmente la propuesta fue rechazada y la sede pasó a Sevilla- y el hijo del histórico dirigente anarquista Manuel Joaquim de Sousa, Germinal de Sousa, fue elegido primer secretario del Comité Peninsular de la FAI, en el que también participaron los españoles Ruiz y Jiménez. Los Sousas no fueron los únicos portugueses que acudieron a Valencia, también estuvo en la reunión Francisco Quintal, del Comité de la UAP y director del periódico O Anarquista(vii.

El acuerdo más importante alcanzado en Valencia fue que los anarquistas portugueses y españoles debían desarrollar una campaña de agitación constante contra las dictaduras ibéricas(viii. A partir de este momento, todas las propuestas para la constitución de una sociedad libertaria fueron concebidas a nivel peninsular, incluido Portugal(ix.

Setúbal. Escuela de anarquía

El anarquista Jaime Rebelo (1890-1975), estuvo vinculado desde su juventud al movimiento libertario de Setúbal, ciudad conocida en las primeras décadas del siglo XX como la Barcelona portuguesa por la fuerza del movimiento obrero, la intensa actividad anarcosindicalista, las prolongadas huelgas y el florecimiento de la prensa arcaica. "Creció con la utopía arcaica a cuestas, como una flor encendida", en palabras del historiador portugués César Oliveira(x.

La ciudad de Setúbal fue testigo de la ruptura entre la clase obrera y la Primera República desde el primer momento, cuando, en febrero de 1911, la recién creada Guardia Republicana mató a dos trabajadores en la Avenida Todi de la ciudad. Las huelgas aumentaron durante el periodo de guerra motivadas por la escasez de alimentos y Jaime Rebelo fue uno de los líderes más activos de las acciones de protesta. También desempeñó un papel importante, junto a Francisco Rodrigues Franco, en la fundación de la Asociación de Clase de los Trabajadores del Mar, conocida como la "Casa de los Pescadores", que se cerró con el golpe de Estado de 1926. El sindicato -un imponente edificio recuperado tras la dictadura- se financió con las aportaciones de los asociados(xi.

Debido a sus actividades políticas, Jaime Rebelo fue detenido en varias ocasiones. En 1928 fue deportado a Angola acusado de asaltar el cuartel de infantería de Setúbal y en 1931 fue detenido por haber participado como dirigente en la huelga de 92 días que enfrentó a los pescadores de Setúbal con los armadores(xii. En la prisión de Aljube se negó a cooperar en los interrogatorios bajo tortura a los que fue sometido por la Policía de Vigilancia y Defensa del Estado (PVDE)(xiii). Ya le faltaban fuerzas cuando recordó que tenía una espada oculta:

"Entre la planta del pie y el calcetín se llevó a la cárcel una hoja de afeitar oculta. No sabía exactamente por qué había escondido la hoja, pero la había cogido con la premonición de que podría serle útil. Así que se decidió. Entre hablar y mutilarse optó por lo segundo. Tomó la hoja y se cortó la lengua. De este modo, no podría decir nada a la policía y no traicionaría a sus compañeros de profesión y de armas". (xiv

Se cortó la lengua con una cuchilla para no denunciar a sus compañeros. Este memorable acontecimiento inspiró al republicano Jaime Cortesão a escribir un poema titulado Romance do Homem da Boca Fechada:

- ¿Quién es este hombre oscuro

Cara dura, mirada clara,

Que aprieta los dientes y la boca

¿Como uno que no quiere hablar?

- Ese es Jaime Rebelo,

Pescador, hombre de mar,

Si abriera la boca,

Tendría mucho que contar.(xvi

La huelga revolucionaria de 1934 en Portugal

Cuando Jaime Rebelo salió de la cárcel de Aljube -ya estaba casado y tenía familia- empezó a buscar trabajo, pero se le cerraron todas las puertas. ¿Quién emplearía a un anarquista? ¿Un agitador y un organizador de huelgas? La dictadura militar portuguesa avanzó progresivamente hacia su consolidación con la publicación de la Constitución de 1933 y de nuevas normas más represivas en línea con el fascismo que surgía en toda Europa. En 1933 el régimen de Salazar se dotó de los instrumentos que vendrían a sustentar el Nuevo Estado en adelante: una nueva Constitución, un partido único (União Nacional) y un Estatuto Nacional del Trabajo (una imitación de la Carta del Lavoro de Mussolini) que pretendía prohibir las huelgas, disolver los sindicatos libres y crear un sistema corporativo. Como consecuencia de la entrada en vigor de esta nueva normativa laboral el 1 de enero de 1934, se planificó una gran huelga general insurreccional para el 18 de enero en Portugal. Los trabajadores portugueses que militan en sindicatos anarquistas y comunistas se levantan contra la legislación fascista impuesta por Salazar. Ese día, los bombardeos, las ocupaciones de fábricas, los bloqueos de carreteras y el sabotaje de trenes paralizaron el país.(xvii

Tras el día de la huelga, el gobierno de Salazar actuó con dureza, levantando una tremenda ola de represión que decapitó por completo al movimiento sindical portugués durante muchos años, especialmente al anarcosindicalismo, y desmanteló su periódico A Batalha -que había llegado a ser el tercero del país en número de lectores- y que siguió publicándose clandestinamente hasta los años 50. El Partido Comunista Portugués (PCP) ocupó el lugar que antes ocupaba el movimiento anarquista entre la clase obrera portuguesa. Para el historiador portugués Edgar Rodrigues, no hay duda de que los ganadores del desmantelamiento del movimiento anarcosindicalista en Portugal fueron dos fuerzas antagónicas: el Estado y el Partido Comunista. El PCP reforzó su estructura organizativa en el extranjero con la ayuda de la URSS a partir de este momento(xix.

La historiadora Irene Pimentel también considera la huelga de 1934 como el declive definitivo del movimiento anarcosindicalista en Portugal:

"El fracaso de la 'huelga general revolucionaria del 18 de enero de 1934', en la que participaron conjuntamente anarquistas, republicanos, 'reviralistas' y comunistas, marcó el ocaso en Portugal del movimiento anarcosindicalista, desmantelado por la represión y sin capacidad de sobrevivir en la clandestinidad. Después, otras memorias hegemónicas arrojaron a los anarquistas portugueses al olvido, del que también deberían salir. Este caso es sólo uno entre muchos.(xx

Con la represión que siguió a esta huelga general, cientos de militantes anarquistas fueron detenidos y muchos otros fueron deportados. Los exiliados se refugiaron en Francia, Suiza, Bélgica, Argentina, Brasil, Norteamérica, pero principalmente en España, donde crearon la Federación Anarquista de Exiliados Portugueses y algunos de ellos se unieron a la FAI durante la Guerra Civil(xxi.

Jaime Rebelo, acusado de haber participado en los preparativos de los acontecimientos revolucionarios que tuvieron lugar en Setúbal en enero de 1934, fue detenido el 2 de febrero de 1934 y enviado a la prisión de Angra do Heroísmo, en las Azores. Un Tribunal Militar Especial le condenó al exilio durante seis años por su participación en la revuelta anarcocomunista de 1934, al pago de una multa de doce mil escudos y a la pérdida de derechos políticos durante diez años. En abril de ese mismo año, tras un nuevo juicio, la condena se redujo a cuatro años (de los que finalmente cumplió dos) y una multa de 1.000 escudos. En enero de 1936 ya estaba en Setúbal en libertad provisional. El 9 de mayo de ese mismo año pidió permiso para ir a trabajar a Marruecos y el permiso le fue concedido, pero en lugar de continuar su viaje a África, una vez en España, se quedó y se incorporó a la CNT(xxii

Deportados en las Azores. España, lugar de acogida para los anarquistas portugueses

Según el historiador portugués Álvaro Arranja, Jaime Rebelo estuvo en Zaragoza en julio de 1936, donde esperó a la delegación portuguesa que asistió al último gran congreso anarquista celebrado en España antes de la guerra civil. Muchos anarquistas portugueses residentes aquí -los detenidos por el caso Turquesa(xxiii habían sido liberados recientemente gracias a la amnistía del gobierno del Frente Popular- asistieron al congreso de Zaragoza. El anarquista portugués Emídio Santana, procedente de Portugal, aceptó llevar a cabo una serie de atentados en territorio portugués con el apoyo de España para derrocar la dictadura, como el que tuvo lugar en la Casa de España. Y entre ellos, el 4 de julio de 1937, el propio dictador Salazar sufrió un atentado, que fue un fracaso porque salió ileso(xxiv.

En los años de la Segunda República, España se convirtió en un país de acogida para los exiliados portugueses. Una vez en territorio español, los anarquistas mantuvieron una doble militancia, en el seno del movimiento libertario español -que, por su fuerza y capacidad de acción y movilización, ejercía desde hacía tiempo una fuerte atracción para los portugueses- e integrando la Federación Anarquista de Exiliados Portugueses (FAPE), fundada por Marques da Costa en Francia y trasladada posteriormente a España a principios de los años treinta. Los anarquistas portugueses participaron en los plenos de la FAI en 1933 y 1936 y, mientras fue posible, constituyeron grupos libertarios en España con la participación, entre otros, de Vivaldo Fagundes y José Rodrígues Reboredo, según Pier Francesco Zarcone(xxv. La FAPE recibió ayuda material y financiera de la FAI y la CNT para llevar a cabo la lucha contra la dictadura y desarrollar la propaganda anarquista en Portugal.

Muchos de estos anarquistas, como Jaime Rebelo, llegaron tras el fracaso de la huelga general revolucionaria del 18 de enero de 1934 en Portugal. La afluencia masiva de sindicalistas se convirtió en una seria preocupación para los exiliados portugueses que ya estaban en España. El ex presidente del ministerio de la República Portuguesa, Afonso Costa, que se encontraba en París, no vio forma de garantizar su subsistencia y les instó a regresar a Portugal, pero Jaime Cortesão y los Budas consiguieron que se ayudara a los nuevos refugiados, en su mayoría árabes, que llegaban huyendo de la represión desatada contra el movimiento obrero. Creían firmemente que la acción sindical y la agitación social podían desempeñar un papel muy necesario en la fase preparatoria de la Revolución que acabaría derrocando a la Dictadura. Para el grupo de Jaime Cortesão -conocido como el grupo Budas- la toma del poder por parte de los republicanos tenía que estar apoyada por un movimiento civil y militar y, al mismo tiempo, contar con el apoyo del movimiento obrero. De ahí las sinergias que mantuvieron con el anarcosindicalismo portugués(xxvi.

En España, los anarquistas portugueses mantuvieron contactos con los cientos de republicanos exiliados -establecidos en las ciudades fronterizas de Galicia, Extremadura, Salamanca y Andalucía- que llegaron a partir de 1927, los llamados reviralhistas(xxvii. La comunicación entre los diferentes grupos existía, pero el exilio portugués carecía de unidad de acción y estaba geográficamente disperso. Los enfrentamientos se produjeron por el diferente enfoque que unos y otros intentaron dar a la Revolución. Los anarquistas portugueses colaboraron en las revueltas republicanas para derrocar la dictadura -también sufrieron la represión policial desde el mismo golpe de 1926-, pero la CGT mantuvo cierta independencia y siempre rechazó la posibilidad de tener delegados en los comités revolucionarios, limitándose a mantener relaciones cordiales y de apoyo mutuo con los republicanos(xxviii.

Militantes de la Confederación General del Trabajo detenidos en Peniche - Archivos Socio-Históricos - 1934-1935

Es necesario abrir un debate sobre la importancia del anarquismo ibérico como movimiento transnacional en su origen y en su esencia. Así lo entienden Jaime Rebelo, Manuel Firmo, Germinal de Sousa y tantos otros portugueses que vinieron a luchar del lado de la República durante la guerra de España. Se sentían ibéricos y peninsulares, compartían la misma cultura política y decidieron alistarse en los mismos batallones que sus camaradas españoles. Compartieron con ellos las penurias de la guerra y el exilio, y cuando por fin consiguieron volver a Portugal, aún tuvieron que pasar por el infierno de las cárceles y el campo de concentración de Tarrafal, en Cabo Verde, el llamado "campo de muerte lenta"... Sin duda, sus historias de vida merecen ser rescatadas.

Margarita Ibañez Tarín - Doutorada em Historia Contemporánea.

i ZARCONE, Pier Francesco, El anarquismo en la historia de Portugal…, p. 27.

ii Tierra y Libertad, Barcelona, 12 de mayo de 1915, N.º 257, p. 1.

iii SANTOS, Mari Cruz, “Ángel Pestaña. Semblanza de un anarcosindicalista”, Conversación sobre Historia, 21 de mayo de 2020, consultado 10/08/2020, conversacionsobrehistoria.info/2020/05/21/angel-pestana-nunez-se...(li is external)

iv SANTOS, Mª Cruz, “El congreso de la Paz de El Ferrol…, p. 85.

v Ibid., p. 118.

vi CLÍMACO, Cristina, Republicanos, Anarquistas e Comunistas no exílio (1927-1936), Lisboa, Colibri, 2017, pp. 290-291.

vii ZARCONE, Pier Francesco, El anarquismo en la historia de Portugal…, p. 33.

viii GÓMEZ CASAS, Juan, Historia de la FAI…, pp. 121-122.

ix CLÍMACO, Cristina, Republicanos, Anarquistas e Comunistas no exilio (1927-1936), Lisboa, Edições Colibri, 2017, pp. 279-280.

x OLIVEIRA, César, “Jaime Rebelo: Um Homem Para Além do Tempo”, História, ano XVII (nova série), 6, 1995, p. 26.

xi ARRANJA, Álvaro, O Homem da Boca Cerrada - Jaime Rebelo, Setúbal, CEB, 2016, p. 7.

xii ARRANJA, Álvaro, Anarco-Sindicalistas e Republicanos. Setúbal na 1ª República, Setúbal, CEB, 2009, pp. 117-118.

xiii A PVDE era a polícia política de Salazar desde a sua criação em 1933. Ocupava-se da repressão político-social e do controle de fronteiras. A partir de 1945, mudou a sua denominação para Polícia Internacional de Defesa do Estado (PIDE).

xiv OLIVEIRA, César, “Jaime Rebelo: Um Homem…, p. 27.

xv Helena PATO: “Antifascistas da Resistència”, 2 de noviembre 2017, [Lisboa], s.e. Recuperado de Internet antifascistasdaresistencia.blogspot.com/(link is external)

, consultada 15/08/2020.

xvi Avante, 4ª semana, outubro de 1937, série 11, n.º 56. Este é um fragmento do poema que circulou durante la ditadura salazarista e foi publicado em 1937 no periódico comunista “Avante”, com a intenção de contribuir para agregar a Frente Popular Portuguesa.

xvii Periódico Diagonal, “Marinha Grande, el soviet que no pudo ser”, www.diagonalperiodico.net(link is external)

, consultado 15/08/2020.

xviii D. L. RABY: Fascism and resistance in Portugal. Communists, liberals and military dissidents in the opposition to Salazar, 1941-1974, Manchester, Manchester University Press, 1988, p. 42.

xix ZARCONE, Pier Francesco, El anarquismo en la historia de Portugal…, p. 64.

xx Pimentel, Irene (2008), “José Correia Pires, um anarquista no Tarrafal” caminhosdamemoria.wordpress.com/2008/12/18/jose-correia-piresum-a...(l is external)

, consultado 13/08/2020.

xxi FARINHA, Luís: “Deportação e exílio”, em João MADEIRA (Ed.): Vítimas de Salazar. Estado Novo e Violência Política, Lisboa, A Esfera dos Livros, 2007, p. 207.

xxii Arquivo Nacional da Torre do Tombo (ANTT), Polícia Internacional de Defesa do Estado (PIDE) Seção Político-Social, PIDE/DGS, Processo PT-TT-PIDE-E-001-CX10_m0337, m0337a, m0337b, m0337c.

xxiii IBÁÑEZ TARÍN, Margarita, “Jaime Cortesão, los budas y el escándalo del caso Turquesa…,

xxiv ARRANJA, Álvaro, Jaime Rebelo…, p. 13.

xxv ZARCONE, Pier Francesco, El anarquismo en la historia de Portugal…, p. 33.

xxvi CLÍMACO, Cristina, Republicanos, Anarquistas e Comunistas no exílio…, pp. 266-268.

xxvii O movimento de oposição ao salazarismo que se desenvolveu num primeiro período, entre 1927 e 1940, recebe o nome de “reviralhismo” e os seus participantes são conhecidos em Portugal como os membros do “reviralho”.

xxviii CLÍMACO, Cristina, Republicanos, Anarquistas e Comunistas no exílio…, pp. 280-282.

Traducida por Jorge Joya

Original: www.esquerda.net/artigo/jaime-rebelo-e-o-anarquismo-iberico/77273