¿Fue la Gran Guerra "inevitable"?
Sería un fatalismo decirlo. Inevitable, no. Pero muy probable, sí. En los quince años que precedieron a 1914, las rivalidades imperialistas impulsaron una guerra que podría haber estallado antes, en 1901, 1905, 1911 o 1912.
También podría no haber ocurrido nunca, si la burguesía belicista hubiera tenido suficiente miedo de sus consecuencias en términos de "desorden social", es decir, si hubiera tenido suficiente miedo del movimiento obrero. ¿Tenían estos últimos la voluntad de evitar la guerra? No hay duda de ello. ¿Tenía la fuerza? En julio de 1914, en Francia, es seguro que no.
Después de la guerra, los protagonistas de la CGT, de todas las tendencias, harán examen de conciencia. Todos ellos reconocerán su desánimo en julio de 1914. El revolucionario Pierre Monatte declaró, en la tribuna del congreso confederal de Lyon en 1919: "No voy a reprochar al buró confederal que no haya convocado una huelga general ante la movilización. ¡No! Estábamos impotentes, los dos. La ola pasó y nos arrastró". Alphonse Merrheim, secretario de la Federación de Metalúrgicos, llegó a estimar que la clase obrera, "agitada por una formidable crisis de nacionalismo, no habría dejado que los agentes de la fuerza pública nos dispararan; nos habría disparado ella misma".
Al final, todos los testigos de este periodo estarán de acuerdo en que, aunque la dirección de la CGT hubiera convocado, contra todo pronóstico, una huelga general insurreccional, ésta no habría sido seguida, y sólo habría conseguido enviar a sus militantes al puesto de ejecución por "alta traición".
Sin embargo, ¿qué ocurrió exactamente?
Desde el sábado 25 de julio -el día en que se anunció el ultimátum austriaco en la prensa- hasta el martes 4 de agosto de 1914 -el día después de la declaración de guerra, cuando se logró la "unión sagrada"- la crisis que precedió al cataclismo duró once días.
De estos once dramáticos días, la memoria sólo retiene, en general, el brutal derrumbe de las posiciones pacifistas y la adhesión a la defensa nacional.
Sin embargo, el curso de los acontecimientos es más complejo. Este dossier cuenta la historia desde una perspectiva humana, mostrando las vacilaciones de algunos, las renuncias de otros, pero también los intentos de resistencia que contradicen, si fuera necesario, el mito de un entusiasmo patriótico unánime.
Un dossier elaborado por Guillaume Davranche (AL Montreuil)
En este dossier :
- Acción, retirada, colapso: once días dramáticos
- Sábado 25 de julio: la alerta
- Domingo 26 de julio: La Batalla Sindical toma la iniciativa
- Lunes 27 de julio: los pacifistas en la calle
- Martes 28 de julio: el bastón de la CGT
- Miércoles 29 de julio: se cancela la reunión de Wagram
- Jueves 30 de julio: renovación de la combatividad
- Viernes 31 de julio: Jaurès es asesinado
- Sábado 1 de agosto: decreto de movilización general
- Domingo 2 de agosto: el movimiento obrero desarticulado
- Lunes 3 de agosto: la defensa de la patria
- Martes 4 de agosto: la "tregua de los partidos
- Las fracciones del movimiento obrero en 1914
- Contra la guerra: tres estrategias (CGT, PS, FCA)
- Viviani: el arte del humo y los espejos gubernamentales
- Cronología: Cuatro años de ascenso a la guerra
- ¿Por qué no se aplicó el Carnet B?
- Verbatim : Émile Aubin: "¡Silencio, los gritones!
- Epílogo: La resistencia a la unión sagrada
Traducido por Jorge Joya
Original: www.unioncommunistelibertaire.org/?Dossier-1914-la-Grande-Guerre-pouva