"Clara Gilbert, con su inusual esbeltez, sus hábiles dedos y su vívida imaginación, era como un pájaro enjaulado en la oficina de correos".
- Sylvia Pankhurst, 'The Home Front'.
"Una mujer notable, sincera y muy querida".
- John Hewetson.
Clara Gilbert nació el 4 de diciembre de 1868. Era hija de un fabricante de botas que había entrado en apuros económicos por su negativa a "producir nada más que artículos honestos, hechos a mano y completamente de cuero", según cuenta Sylvia Pankhurst en su libro 'Home Front'.
Al quedarse huérfana y sin medios, consiguió un trabajo como empleada de correos en Manchester. Allí conoció a su futuro marido, Herbert Cole. Herbert Cole (1867-1930), al igual que Sylvia Pankhurst, estudió en la Escuela de Arte de Manchester y estuvo muy influenciado por los prerrafaelistas, William Morris y por ilustradores como Walter Crane, que habían ofrecido su trabajo para periódicos como el "Commonweal" de la Liga Socialista. Al casarse, Clara pasó a ser conocida como Clara Gilbert Cole. Tanto Clara como Herbert parecen haber participado en el sufragismo, ya que Herbert se convirtió en el dibujante de la Women's Social and Political Union (WSPU), y más tarde pasó a realizar ilustraciones para "The Worker's Dreadnought". Fue un artista prolífico desde la década de 1890 hasta la de 1920. Su obra, incluida la de ilustrador de libros infantiles, es hoy injustificadamente ignorada.
Clara se convirtió en una apasionada opositora a la Primera Guerra Mundial; adelantándose a la convocatoria estatal de reclutamiento, fundó a principios de 1915 una Liga contra la Guerra y el Reclutamiento que publicó en 1916 un panfleto de 8 páginas escrito por ella, "La guerra no paga". Ese mismo año, Clara, junto con Rosa Hobhouse, recorrió Northamptonshire y Bedfordshire distribuyendo cientos de folletos contra la guerra. Stephen, el marido de Rosa, había sido encarcelado como objetor de conciencia ese año. Fueron arrestados después de cinco días y condenados en el Tribunal de la Corona de Kettering, recibiendo ambos cinco meses de prisión.
Clara estaba asociada a la Federación Socialista de Trabajadores (WSF) de Sylvia Pankhurst y es posible que haya sido miembro de ella. En 1918 publicó un libro de poemas, "Prison Impressions", basado en sus propias experiencias y las de otros.
Participó en el primer movimiento de desempleados de la década de 1920 y fue detenida tras una acción organizada por el grupo Camberwell Organised Unemployed, el 3 de febrero de 1922, junto con Stanley Dallas y Bill Rust (Rust fue el destacado incondicional del Partido Comunista que se mantuvo fiel al estalinismo mucho después de que muchos otros miembros del partido lo reconocieran como el movimiento antiobrero que es), por lo que recibió una multa de 40 chelines o 28 días de prisión. Escribió "Los objetores a la conscripción y a la guerra: un registro de su sufrimiento y sacrificio, sus cartas y apelaciones al tribunal, su testimonio por la libertad de conciencia" en 1936.
Se inclinó por el movimiento anarquista, del que siguió siendo partidaria hasta su muerte, prestando un apoyo "vigoroso" durante la Revolución Española y en la agitación antibélica, según Albert Meltzer en su obra "The Anarchists in London". Escribió artículos antibélicos en "War Commentary" de Freedom Press, en "The Word" del anarquista escocés Guy Aldred y en "Northern Voice" de los laboristas. Esta última publicación no tenía una política antibélica, pero sin embargo le abrió sus columnas.
Clara murió el 4 de febrero de 1956, a la edad de 87 años. El 11 de febrero del mismo año apareció en Freedom una necrológica del editor de Freedom, el Dr. John Hewetson, en la que se describía a Clara como "una de las más antiguas compañeras del movimiento anarquista". Hewetson recordaba haberla visitado en 1943 en su pequeñísima casa de campo de Kirby-le-Soken, en Essex, y lo popular que era entre los niños del pueblo, que la visitaban regularmente para escuchar su forma de contar historias, para la que, al parecer, tenía un don. También cuenta la historia de una interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven (por cierto, la música favorita del anarquista ruso Mijaíl Bakunin) en el Queen's Hall de Londres, cuando la orquesta siguió con "Dios salve a la Reina". El público se electrizó al escuchar a Clara gritar desde la galería "¡Dios salve al pueblo!"
Hewetson también la describió como "la más decidida opositora a toda religión establecida, coincidiendo con Bakunin en que la aceptación de una autoridad celestial no era compatible con el rechazo de la autoridad terrenal".
Desgraciadamente, y en contra de sus deseos claramente expresados, se celebró un servicio religioso en su funeral.
Traducida por Jorge Joya
Original: theanarchistlibrary.org/library/anarchist-federation-revolutionary-wom