El Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología del Océano ha desarrollado un crustáceo robótico que ofrece una inteligente solución a un problema que viene desde hace mucho tiempo trayendo de cabeza a los investigadores marinos. Mientras las naves impulsadas por hélices tienen dificultades en zonas de fuertes corrientes y los buzos quedan limitados a mares tranquilos este robot es capaz de imitar las técnicas y movimientos de algunos crustáceos que viven en aguas de fuertes mareas para vadear corrientes o fijarse al suelo.
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