En los años 80, las consultoras eran escépticas sobre los teléfonos móviles y aconsejaron a AT&T que no se metiese en el negocio, pero los costes han descendido tanto que casi cualquiera en el planeta puede permitirse un dispositivo. Ahora a los expertos les está ocurriendo lo mismo: dicen que la energía solar todavía es cara e inecifiente. Pero están equivocados, y será tan popular como ahora los son los teléfonos móviles.
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