En 2019, Mercedes anunció que dejaba de desarrollar nuevos motores de combustión interna para centrarse en los coches eléctricos. En 2024, Mercedes también tiene miedo y ve que la adopción del coche eléctrico no es tan rápida y masiva como preveían, por lo que vuelve a dar prioridad a los coches gasolina e híbridos más baratos. Y mucho más rentables que los eléctricos.
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