Las suscripciones de pago que Meta ofrece para usar Instagram o Facebook sin anuncios son su último intento de cumplir con el Reglamento de Protección de Datos y evitar una potencial multa de más de 4.000 millones de euros. Sin embargo, algunas autoridades de protección de datos europeas, como la de Noruega o la de Estonia, tienen dudas sobre la eficacia de la medida. El culebrón de Zuckerberg en Europa está lejos de terminar.
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