Gracias a proyectos como Internet Archive podemos rastrear todos aquellos gifs a bajísima resolución, las tonterías que decíamos en nuestros primeros blogs y foros de Melodysoft, el site que diseñamos para nuestro padre como práctica del instituto, o la recopilación de contadores de visitas y relojes internacionales que añadíamos con el mimo criterio que el de niños de dos años garabateando pareces.
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