Aunque sea toda una muestra de afecto, hay una cosa que deberíamos de cuidar durante todo ese momento de euforia perruna. Aunque no reparemos en ello y pensemos que nuestra mascota está totalmente saludable, (total, somos nosotros quienes les proporcionamos alimento y cuidamos su salud), no es recomendable que nos lleguen a lamer la cara porque puede causarnos problemas de salud.