Se trata de una técnica para cultivar el equivalente de un cerebro humano en estado embrionario. Estos “organoides cerebrales” no son exactamente cerebros, en realidad son piezas de tejido humano de células de piel, cultivadas en placas.
Investigadores japoneses han crado con éxito un par de riñones en el laboratorio. Los riñones han sido transplantados en animales y han verificado su correcto funcionamiento. Este es el primer paso para crear dichos organos y transplantarlos en humanos. Los animales de las pruebas fueron ratas y cerdos.