El trabajo por tanto, no desaparece, pero se reorienta
necesariamente hacia otras prioridades: trabajamos para
mejorar y acceder a un nivel de renta superior, para
satisfacer nuestras inquietudes, para realizarnos
personalmente, para contribuir a la sociedad o para
muchas cosas más, pero como parte de un proceso de
toma de decisiones marcado por unas prioridades y por un
sistema de valores completamente diferente. La
vinculación de una sociedad con esas características a la
idea de una renta básica universal parece lógica, y de
hecho, los exper